Este martes se celebró a nivel global el Día Mundial de la Diabetes, una acción pensada para generar conciencia en la población sobre una enfermedad que hoy es considerada una pandemia. Es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una de las principales enfermedades no transmisibles. Según datos de esta institución desde 1980 se duplicó el número de diabéticos a nivel global y actualmente la sufren más de 420 millones de personas. En Misiones el ministerio de Salud Pública realizó diversas actividades para visibilizar el problema cada vez más creciente.La jefa provincial del programa de Diabetes y vicepresidenta capítulo Nordeste de la Sociedad Argentina de Diabetes, la Dra, Elizabeth Méndez, dialogó con PRIMERA EDICIÓN sobre los efectos de este mal. Explicó que la diabetes es una enfermedad crónica progresiva que ocurre cuando se produce un aumento del azúcar en la sangre. El páncreas actúa de forma deficiente y altera del metabolismo de los hidratos de carbono, de las proteínas, y de las grasas. “Existen varios tipos de diabetes, la tipo 1 que afecta hasta a un 10% de la población y se produce por lo general en niños y adolescentes, pero también puede suceder en cualquier etapa de la vida. Ocurre cuando hay una destrucción de las células pancreáticas. En este caso, el paciente debe recibir tratamiento por insulina. La diabetes tipo 2 está relacionada con la obesidad y el sobrepeso, la alimentación no saludable, la falta de actividad física, el tabaco, el alcohol y las enfermedades cardiovasculares. “En este segundo tipo es donde los profesionales hacemos hincapié en la prevención, porque el 70% de los diabéticos pudo haber evitado serlo solamente cambiando a un estilo de vida saludable. Siete de cada diez pacientes podían haber permanecido sanos. Además, en estos casos el 70% de las muertes ocurren por el desenlace de enfermedades relacionadas con la diabetes”, dijo la responsable. Si bien afecta en un porcentaje más alto a las personas de edad, actualmente se ve que con el aumento de la obesidad en la población, esta se presente cada vez más en niños y adolescentes. Por los factores de riesgo como la obesidad y el sobrepeso, “vemos que cada vez más se presenta en niños la diabetes tipo 2”, indicó la profesional. La doctora puntualizó también que existe además la diabetes gestacional, que se produce durante el embarazo. Tiene un impacto sumamente importante en la salud a futuro, porque si esa mamá no cambia sus hábitos, tiene un 50% de posibilidades de desarrollar diabetes, crónica. En la provinciaSegún la última encuesta que hay a nivel país, en Misiones la prevalencia de esta enfermedad se ubica en el 9,5% de la población, por lo cual prácticamente uno de cada diez misioneros es diabético. “Está además sub diagnosticada, por lo que sólo la mitad de los que la padecen conocen que la tienen”. Síntomas Los síntomas de la tipo 1 son similares a la tipo 2, pero esta última es más difícil de detectarla, porque presenta signos vagos de la enfermedad, manifestó Méndez. “La 2 se presenta con aumento de la sed, ganas constantes de orinar, mucho apetito sin aumento de peso, dificultad en la cicatrización de heridas o infecciones urinarias”. Factores de riesgo“Lo importante es educar a la familia, a la comunidad, para que se cuiden cuando alguien ya tiene factores de riesgo. Estos son por ejemplo que ya lo haya sufrido algún integrante de la familia, que tenga problemas del corazón, hipertensión, o haber tenido diabetes gestacional. Eso predispone a sufrir diabetes. Si a esos factores de riesgo se le suma una alimentación no saludable, o si el adulto o el niño son sedentarios, pasan demasiadas horas frente a una pantalla y no hacen deportes, son factores de riesgo extra”, subrayó la especialista. Con un tratamiento adecuado los pacientes pueden llevar una vida normal. Cumplirlo evita complicaciones crónicas de las cuales las más importantes son la retinopatía diabética (puede provocar pérdida de la visión), nefropatía diabética (problemas de riñón), patologías cardiovasculares (provoca un 80% de las muertes) o complicaciones que hacen necesaria la hemodiálisis o hasta la amputación de miembros inferiores. El impacto social que genera es cada vez más grande y va en aumento de la mano del estilo de vida poco saludable de la población. La doctora remarcó que “con evitar el sedentarismo al tener una vida físicamente activa, con tener una alimentación saludable que no implique comer menos, sino más sano, con ingerir menos grasas e hidratos de carbono producto de los alimentos hechos con harina tan consumidos en nuestra región, y con 30 minutos de actividad física por día, ya se logra un efecto importante en la prevención”, cerró Méndez.





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