De forma alarmante, en países de Europa como Italia y Rumania han aparecido brotes de sarampión como no ocurría hace varias décadas, cuando no había vacunas contra ese virus. Detrás de ello existe un movimiento antivacunación que promueve no inocular a los niños para prevenirlos de supuestos efectos adversos, cuando en realidad está científicamente comprobado y avalado por la Organización Mundial de la Salud que es necesaria la inmunización para prevenir y erradicar enfermedades. En Argentina la vacunación en menores de edad es obligatoria y si bien existen personas que se niegan a inocular a sus hijos, la incidencia es menor respecto a los países antes mencionados. Sin embargo, en junio pasado, la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires y perteneciente al bloque Unión PRO, Paula Urroz, presentó un proyecto que ingresó a la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara baja. La inciativa insta a advertir a quienes se vacunan de los “riesgos” que ello implica. “Las personas que sean pasibles de vacunación obligatoria u opcional y quienes sean responsables por la vacuna que reciba un menor a su cargo deberán recibir previamente una información fehaciente acerca de los riesgos que la inoculación de la vacuna en cuestión implica, posibilitando la aceptación o no aceptación de ese acto médico, en cumplimiento del derecho al consentimiento informado establecido en el Capítulo III de la Ley 26.529”. Así también, en el artículo 3 proponía que en cada centro de vacunación hubiera de forma visible un cuadro informativo donde se advierta sobre “las contraindicaciones para la aplicación de vacunas”. La propuesta generó una polémica que dejó a la diputada en soledad con su proyecto, ya que ni siquiera los de su propio bloque se animaron a apoyarla y aclararon que la iniciativa corría por “cuenta propia” de la legisladora Urroz. Para conocer en profundidad la importancia de respetar el calendario de vacunación, PRIMERA EDICIÓN dialogó con Viviana Ramírez Silvero, directora de Atención Primaria de la Salud de nuestra provincia. La profesional destacó que a nivel regional, nuestro país es el que tiene el carnet más completo de vacunas. Explicó que estas son partes de virus o de bacterias o de recombinaciones genéticas, que permiten hacer una inmunización pasiva para que la persona genere anticuerpos. Ante el contacto con la enfermedad, ese anticuerpo lo defiende. “Existen edades para inocular las vacunas y esto tiene que ver con el tiempo en el que la persona es más susceptible al virus si no está vacunada, principalmente en la niñez”, remarcó. Cuanta más gente esté vacunada es mayor la protección de la población ante la aparición de un virus “Existe la ‘teoría del rebaño’, la cual indica que a más personas vacunadas, más difícil es el acceso para la enfermedad y más protección para el entorno. Pero cuando una persona adulta o un niño no tiene las vacunas, no tiene memoria inmunológica contra esa enfermedad. Eso provoca que en ese niño la afección aparezca con mayor fuerza y con la posibilidad de tener todas las complicaciones, incluso, con una alta tasa de mortalidad. Entre esas vacunas está por ejemplo la Sabín, contra la poliomielítis, gracias a la cual hace muchos años no hay nuevos casos de esa enfermedad”. Ejemplificó lo fundamental de la la vacuna contra el Tétanos, para que ante el contacto con los gérmenes que la provocan, la persona no contraiga la enfermedad que de hecho es mortal. Una vez contraída no hay forma de salvarle la vida al paciente. También la vacuna contra la tos convulsa, muy frecuente en los niños. “Si la mamá no está inmunizada puede ser portadora. Se manifiesta con tos intensa en los niños y puede llevarlo a la muerte ya que entre esos episodios de tos, no respira y se muere de una hipoxemia, no le llega oxígeno al cerebro. Aún existen casos de tos convulsa y por eso en los últimos años se ha decidido vacunar a la embarazada”.A diferencia del fenómeno que sucede en Italia y Rumania, la doctora indicó que el sarampión era una enfermedad que hasta la década del ’70 era mortal. “Gracias a la vacunación obligatoria, hoy día no tenemos registros de muerte por esa causa. Puede aparecer, pero los síntomas que provoca en un niño que fue vacunado son leves”. Padres que se niegan La doctora Ramírez dijo que ante la situación de los padres de no querer vacunarlos, “nosotros como profesionales de la salud, debemos ejercer el derecho del niño y hacer valer el interés superior. Por más que el tutor tenga la figura de cuidador, si se opone a la vacunación, tenemos la obligación de hacer ejercer la ley de protección del niño/a y adolescente, el cual es protegerlos ante estas enfermedades que pueden ser mortales. Hay padres que no quieren vacunarlos por diferentes temores, por adherir a movimientos anti vacunas o inclusive colegas que hablan de tratamientos ‘mágicos’ que no están comprobados científicamente. Cuando se escucha decir que tal vacuna no sirve pero a la par se ofrece un producto para esa enfermedad, uno tiene que pensar si no hay un interés económico de ese profesional para ofertar un tratamiento por sobre la vacuna”, subrayó. “Cuando en cualquier sector de salud, el personal de Salud Pública se encuentra con la negativa de los padres a vacunar a sus hijos, nosotros debemos comunicarlo, dejar registro con firmas de los progenitores, y en ese caso se comunica al inmediato superior, quien debe hacer una denuncia porque se le niega la posibilidad a que ese niño esté sano. Hemos tenido casos de familias en las que los padres no quieren vacunar a sus chicos. En ese caso el primer actuante fue el equipo de enfermería, las vacunadoras que están especialmente formadas para eso. Luego se hizo una visita a domicilio y ahí intervinieron los trabajadores sociales”. “Hemos visto que esa negativa muchas vecses ocurre porque pertenecen a un grupo social que rechazan las vacunas por su forma de ver el mundo, por desconocimiento, o por la mala apropiación de la tecnología y la comunicación. Hoy circula muchísima información por diferentes vías y muchas veces contienen datos médicos no calificados y no chequeados. Lo erróneo, sumado a métodos mágicos para curar enfermedades, ingresa sin filtros hacia esa familia. Desde la Atención Primaria de la Salud, nuestra responsabilidad también es educar e informar sobre los beneficios de las vacunas”, cerró la doctora. Brotes alarmantesUnos 8.000 contagios de sarampión y al menos 32 muertes en 10 meses de este año. Rumania afronta el brote más letal de esta enfermedad prevenible en la Unión Europea en décadas.El descenso en las tasas de vacunación debido a la desorganización de un sistema sanitario fragmentado e infrafinanciado, la falta de suministro
s y, sobre todo, el florecimiento del movimiento antivacunas en el país provocó una grave crisis de salud pública.Italia sufrió cerca de 3000 casos de sarampión este año. El 89% no estaban vacunados y un 6% más solo había recibido la primera dosis. Por ello, en mayo pasado el parlamento italiano debió legislar la obligatoriedad de las vacunas.





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