Todo parece indicar que el próximo presidente del Concejo Deliberante de Posadas sería el renovador Fernando Aníbal Meza, aunque las negociaciones continúan y cualquier acuerdo puede echar por tierra esa presunción. Recién quedará completamente resuelto cuando se formalice la elección de autoridades en la sesión preparatoria del 10 de diciembre en que jurarán los siete concejales electos el pasado 22 de octubre.Aunque al Frente Renovador le falta un voto para lograr la mayoría –sus escaños son siete de un cuerpo de catorce-, ya se habría logrado acuerdo para sumar ese adherente y poder imponer su voluntad sin tropiezos. A quien ganó las elecciones, la alianza Cambiemos (UCR-PRO), con cinco bancas, le resulta más difícil obtener ese apoyo, ya que quienes tienen la llave para volcar la elección son los ediles de los otros dos monobloques partidarios con quienes solo alcanzaría la mitad de los apoyos, para entonces poder apostar a una hipotética interpretación del artículo 6 del Reglamento Interno que les permitiría quedarse con el liderazgo del cuerpo. Dicha disposición es la que define a quién corresponderá proclamarse en caso de un doble empate en la votación, aunque admite lecturas distintas.Para lograr esa paridad los ediles de Cambiemos deban intentar reconstituir un disgregado y vapuleado Interbloque Opositor, el mismo que hace dos años le “birló” la Presidencia al hoy revitalizado Meza e impuso allí al camionero Alejandro Velázquez, quien ahora debe abandonar su curul por haber cumplido los cuatro años de su mandato. En octubre pasado no logró, como pretendía, el apoyo suficiente para permanecer otro período.Otro camionero, Juan Domingo Rossberg, y el representante de partido Trabajo y Progreso (TyP), Miguel Ángel Acuña, son quienes tendrán las llaves para inclinar esa balanza. Sin incertidumbres en la opción oficialista y con una inevitable discusión interpretativa en la opositora sobre si el cargo corresponde a la lista que obtuvo más votos en la última elección o en ocasión en que fue elegido el postulante que se propone. Es que la Renovación y el sublema de Meza obtuvieron más votos en 2015 de los que este año logró Cambiemos en general y el sublema del reelecto Martín Arjol (el otro postulante a la Presidencia) en particular.Las vicepresidenciasEn este juego de rumores y de poder, a su vez, se menciona a Acuña como “número puesto” para ocupar la Vicepresidencia Primera, si -como todo parece indicarlo- el presidente resultase Meza. La otra Vicepresidencia se reservaría para la segunda minoría, Cambiemos, aunque preferentemente un nombre que no fuera el de Arjol, según aseveró a PRIMERA EDICIÓN un edil del oficialismo próximo a abandonar su cargo. Éste comentó que ese “veto” se debe a que el radical ocuparía un puesto expectante en el Concejo que sería muy útil para abonar su anunciada postulación para la Intendencia municipal en 2019. Descartó otra posibilidad en cuanto al futuro líder del colegiado y afirmó además que la Renovación ya tiene “abrochados” los ochos votos necesarios para quedarse con la Presidencia.Por su parte, ante una consulta de este Diario, Acuña negó que estuviese postulado para cargo alguno y que pretendiese integrar la futura conducción del Deliberativo municipal. Enigmático, admitió que es un hombre fiel al partido que representa y que está dispuesto a aceptar la comisión que éste le designe e insistió en su no pretensión a la Vicepresidencia.A su vez, fuentes cercanas al edil y docente comentaron sobre la propuesta oficialista y añadieron que similar planteo habría recibido de las filas de Cambiemos para acompañar en igual responsabilidad a una posible conducción del radical Arjol.Descartado el concejal reelecto para una Vicepresidencia Segunda opositora, entre los cinco ediles de la alianza gobernante en el país solo habría dos con posibilidades: el radical Pablo Martín Velázquez y el macrista Diego Barrios. Quedarían fuera Francisco Fonseca, que estaría impedido por carta orgánica partidaria al ser el titular del radicalismo provincial; y su correligionaario Maximiliano Florindo, por haber llegado a la banca por fuera de la estructura partidaria y pese a ésta.Otros cargosLa definición de cómo se distribuirían las ocho comisiones permanentes de trabajo y quién ocuparía la Secretaría Legislativa, así como la designación de los dos Prosecretarios (Legislativo y Administrativo) dependerá mucho de las negociaciones en curso y de aquel que resulte electo para la Presidencia. Entre la titularidad de las primeras es de suponer que al menos cuatro correspondan al bloque que dirija el cuerpo y tres al que continúe en número de concejales. La restante sería para el hombre de Trabajo y Progreso, quien por otro año continuaría al frente de la crucial comisión de Transporte y Tránsito.Para la Secretaría Legislativa, cuyo nombre debe ser aceptado por el pleno, desde el oficialismo se habla de un exconcejal y de un hombre que hasta 2015 ocupó la Secretaría de Gobierno municipal: José Raúl Moglia. Fue edil entre 2009 y 2013, desde entonces y por el siguiente bienio integró el gabinete del exintendente Orlando Franco (2007-2015) y, para quien lo conoce, es una persona ávida por volver a la función y escrutinio público. Aunque todas éstas, por ahora, son solo rumores, especulaciones, confabulaciones e infidencias de gabinete y pasillos, cuya veracidad o mendacidad solo quedarán develadas cuando el nuevo Concejo proceda a elegir sus autoridades para el próximo año.




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