Un testigo considerado clave para la querella en el marco del juicio por la Masacre de Panambí se negó a declarar este jueves e incluso solicitó la presencia de su abogado. Se trata de Sergio Machado (28), actualmente acusado por un doble homicidio ocurrido en Los Helechos en 2015.El joven, que incluso trabajó para la familia Knack, se mostró nervioso y reticente a las preguntas de los jueces, hasta que finalmente su testimonio quedó pendiente y será el Tribunal Penal 1 de la ciudad de Oberá el que finalmente resuelva si debe comparecer.¿Que interés tenía la querella por que declare un imputado en otra causa? Sucede que un preso identificado como Samuel Martínez declaró en la etapa de instrucción del caso Knack que un compañero de celda llamado Jorge Chiluk (27) -quien es presunto coautor en el doble crimen de Los Helechos-, le habría confiado que Machado le contó que participó en la Masacre de Panambí.Así las cosas, fueron llevados frente al Tribunal los principales involucrados en el grave incidente. Primero Chiluk negó rotundamente haber comentado o dicho algo al respecto a otro preso e incluso dijo que a Machado no lo veía “desde hace años”.A su turno, éste último prácticamente exigió la presencia de su abogado para declarar y visiblemente nervioso finalmente fue trasladado de regreso a su lugar de reclusión, a la espera de que los jueces resuelvan si corresponde que declare. En ese sentido, se debe destacar que nadie está obligado a declarar en su contra. Por su parte, la querella finalmente decidió desistir de ese testigo para evitar nuevos retrasos en el juicio.Memorias frágiles… y no tantoLa apertura de la ronda testimonial, que se puso en marcha el pasado miércoles y continuó ayer, tuvo una característica única. De los veinte testigos que comparecieron hasta el momento, más de la mitad ya declaró en aquel fallido inicio del juicio el mes pasado, donde se debe recordar que luego de cumplirse cuatro jornadas se tuvo que anular todo lo actuado y declarado debido al grave accidente que sufrió uno de los integrantes del Tribunal, el juez José Rivero, ahora subrogado por el magistrado Erasmo Villalba.Por ello no sorprendió que en este reinicio del debate algunos testimonios tuvieran ciertos “agregados” y otros algunas omisiones con respecto a aquellas primeras declaraciones. El Bora y el GolTras conocerse la denuncia de Cristian -antes de su fallecimiento y en su lecho de muerte-, surgieron varios detalles que involucraron a los ahora acusados. El joven describió a uno de los agresores, quien se había sacado la capucha, como un prefecturiano o exprefecturiano que frecuentaba el aserradero de su familia y que incluso intentaba seducir a su madre y por eso no era del agrado de su padre.También afirmó que observó que los atacantes escaparon en un VW Bora de color gris.Esos fueron algunos de los elementos para involucrar al exprefecuriano Pablo Julio Paz (54) y a Juan Ramón Godoy (47), éste último justamente propietario de un vehículo de similares características y que le fue incautado. El tercer imputado en la causa es el chapista Marcial Venicio Alegre (48). El relato del joven Franco García, quien pasó frente a la escena del hecho acompañado de dos amigos y al mando de un VW Gol casi a la misma hora en que Cristian dijo haber visto un VW Bora escapar con los delincuentes a bordo, se volvió a escuchar este jueves, aunque esta vez el joven recordó otros detalles. Por ejemplo, que la persona que se aproximó a la ruta provincial 5, frente a la vivienda donde ocurrió el hecho, que en un principio dijo “no reconocer”, ahora le pareció que podría tratarse del “padre” porque era una persona “grande”, en referencia a Oscar Knack. Este Gol es fundamental para la defensa, que busca probar que Cristian pudo equivocarse al decir que vio un Bora a esa misma hora. Es que de ser así, esto despegaría de la escena al vehículo que estaba en poder de Godoy.Los rasponesTambién declaró ayer Norma Báez, quien ratificó que vio un VW Bora gris con vidrios polarizados ingresar por equivocación en su chacra, en el kilómetro 13 de Panambí, ese fatídico domingo poco antes del mediodía. La mujer agregó que al salir a toda velocidad de su predio, observó que el auto rozó “un alcantarillado e incluso un palo”. Este detalle no es menor, ya que en el Bora incautado a Godoy fueron hallados raspones.Policías demoradosEmanuel Vergara (27) era cabo y chofer de la Brigada de Investigaciones cuando sucedió el hecho. Durante la jornada de ayer relató que “hubo un malentendido” con la Secretaria de Apoyo para Investigaciones Complejas (SAIC), que a pedido de la Justicia colaboró con las pesquisas. “Según dedujeron ellos la llamada anónima que se recibió en la comisaría de Panambí” que orientó la investigación hacia los ahora acusados “se había realizado desde la Brigada de Oberá”. Por ello, agregó, “fueron demorados al menos cuatro policías, entre ellos un oficial y un jefe y otros dos subordinados, uno de los cuales ya falleció. Yo no terminé demorado porque ese día estaba de franco, aunque estuvieron demorados una o dos horas hasta que todo se aclaró”, recordó el uniformado. Dicho llamado, tal como consta en el expediente, se probó luego que fue realizado de un telecentro de Alem. Luego Vergara no recordó haber firmado un reporte donde él mismo recibió otro llamado telefónico en la sede de la Brigada en Oberá, donde una voz anónima le advirtió que “tenían que investigar a un abogado y a un hombre de sombrero que se paseaba en una camioneta S-10 de color champagne, ambos obereños”. El misterioso sujeto que llamó también le pasó teléfonos de un dueño de un lavadero de Jardín América, paraguayo y supuesto cabecilla de la banda, de un pasero y de un presunto sicario.La silla El perito de la Policía, oficial Hugo Rodríguez, quien estuvo en la escena analizando el incendio provocado por los delincuentes y que luego les costó la vida a las víctimas, halló quemaduras en una de las sillas, lo que indica la veracidad de los dichos de la menor de 12 años antes de morir, que dijo que la ataron a una silla, la rociaron con alcohol y la prendieron fuego. Camión vaquero y descripciónUn testigo que era encargado de la machimbradora de la familia Knack, Iván López, dijo no recordar nada de lo que declaró un mes después del hecho. No obstante por lectura se supo que en su momento dijo que unos tres meses antes del lamentable suceso vio un camión tipo vaquero (similar al que describió Cristian en su denuncia y en el cual supuestamente iba un exprefecturiano), con dos sujetos a bordo, uno de ellos trigueño y de barba en el mentón y otro pelado, alto, morocho y con barriga.





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