Cerca de 100 padres pasaron la noche en las afueras de la Escuela 763 de esta localidad con la intención de conseguir un banco para sus hijos en el inicio de las inscripciones en dicha institución. La situación recién se descomprimió este jueves por la mañana cuando la supervisora zonal se acercó y aseguró el lugar para todos los hijos de aquellos padres que pasaron la noche sobre la vereda de la colectora donde se asienta la escuela. Según los progenitores esta situación se repite todos los años y en todas las instituciones de Garupá: la demanda de chicos por escuelas superó la oferta educativa existente.“La ciudad creció mucho demográficamente y faltan escuelas”, señaló Ulises Fernández, uno de los padres que pasó la noche en las afueras de la institución. Él, como tantos otros, quería un lugar para cada uno de sus hijos, de cuatro y cinco años. “El nivel inicial de la 763 tiene cuatro salitas en tres turnos para atender la demanda”, indicó el padre y remarcó que “falta infraestructura y docentes. Esto se tiene que estar previendo porque pasa en la mayoría de las escuelas de acá de Garupá”.Cierto es que esta localidad creció rápidamente en los últimos años. Incluso muchos habitantes de Posadas decidieron o debieron mudarse para dicha localidad por lo que la demanda de alumnos superó la oferta educativa existente. Es el Consejo General de Educación (CGE) el encargado de relevar cuál es la situación en la ciudad y disponer la creación de nuevas instituciones educativas.La solución llegó el juevesSegún indicaron los padres, las largas colas de espera se dieron porque se anunció el inicio de las inscripciones para el segundo día de noviembre y “las docentes dijeron que no había más de 20 lugares entonces estábamos con el corazón en la boca de sí teníamos lugar o no”.Esta situación hizo que los padres se agolparan en la puerta de la escuela desde las dos de la mañana del último miércoles e incluso llegaran a pasar allí todo el miércoles en reserva de su lugar. “Los docentes nos vieron y no fueron capaces de darnos un número a los padres para que no amanecer sin baño, sin agua, yendo, viniendo, peleando entre la gente por el lugar, haciendo listas. Un circo que se hubiese evitado con la simple organización de los docentes y la parte directiva”, señaló el padre. “Fuimos cerca de 100 padres durmiendo en sillones, mal acomodados, había señoras con niños. Familias enteras amanecieron ahí”, agregó. No fue hasta que llegó la supervisora escolar este jueves por la mañana que la situación se descomprimió. “La supervisora vino y dijo que los maestros deberían haber mediado para que nadie espere toda la noche. Además garantizó el lugar para todos los padres que esperaron a la madrugada”, indicó Fernández.Todos hicieron la preinscripción y deberán confirmar el próximo diciembre si mantienen el lugar o no. “Todos los años pasa esto en todas las escuelas de la jurisdicción de Garupá”, insistió.





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