Este quedará inaugurada de manera oficial la calesita construida por alumnos y docentes de la Escuela Provincial de Educación Técnica (EPET) 39 de El Soberbio. Ubicada en el espacio verde al lado del Mástil, estará disponible, desde las 16, para todos los chicos de esta localidad. Pero el camino hasta ahí fue largo y las historias detrás de su construcción merecen ser contadas. Hace un tiempo que los chicos de la EPET 39, junto a sus docentes, se embarcaron en este ambicioso proyecto que involucró a toda la escuela. Es un hexágono inscripto en una circunferencia de 3 metros de diámetro, de 2,80 metros de alto, que realiza doce vueltas por minuto y funciona con un motor ¾hp trifásico. Cuenta con tres reflectores de 500 watts cada uno, protegido por un disyuntor diferencial. Esa sería la parte técnica de esta “calesita”. “Todo lo puso la escuela, no vino nada del Gobierno ni de la Municipalidad”, remarcó el director de la EPET 39, Sergio Vallejos, a PRIMERA EDICIÓN. La institución recibe fondos del INET, cerca de 25 mil pesos cada seis meses para sus gastos. Pero, según los cálculos, la elaboración de la calesita demandó más de $40 mil. Lo que faltó “salió de ventas de fideos y matiné bailable”, dijo Vallejos. Es más “estamos debiendo, así que vamos a tener que hacer otras cosas para pagar”.Eso no es nada: el profesor encargado de la parte técnica del proyecto, Juan Bella, lleva sin cobrar desde principio de año su cargo MEP (Maestro de Enseñanza Práctica). Aún así nunca se bajó del proyecto y “le puso todas las ganas”, dijo Vallejos, a la vez que aseguró que “desde la escuela se enviaron todos los papeles al Consejo de Educación para que pueda cobrar, pero dicen que hay un problema administrativo que deben solucionar. Todavía no hay respuestas. Hicimos miles de reclamos: personalmente, a través de gestiones, de gremios… Pero no hay respuestas”. Para colmo, la calesita se construyó en precarios talleres de madera que los alumnos levantaron con sus manos porque la EPET 39 espera hace seis años su edificio propio. Como en el SUM que dan clases los espacios no son los mejores, debían salir al patio a continuar la construcción, incluso con lluvia. No solo eso: debieron dar su grupo electrógeno para que funcione la calesita en la plaza porque EMSA no pudo hacer la conexión trifásica que necesita. La Municipalidad se comprometió a enmendar esta situación. Todo esto le da un “valor agregado” a esta calesita, hecha con todos elementos reciclados y con un lugar pensado para chicos con discapacidad. Desde hoy a las 16 estará en manos de la Municipalidad, según el convenio firmado en el Concejo Deliberante el último jueves. El acuerdo establece que los chicos se harán cargo de su mantenimiento por cinco años. La EPET sugirió no cobrar entrada, pero eso lo decidirá el Municipio. El viernes se hizo una prueba piloto de la calesita y se invitó a chicos de las escuelas de la zona y, para animar la tarde, alumnos de tercer año se disfrazaron de “payatécnicos”. Pese a todos los contratiempos, un nuevo logro de la escuela comprometida con su comunidad.





Discussion about this post