* Extracto de lo que escribieron para La Nación Evangelina Himitian y Soledad Vallejos. La gran paradoja de la sociedad de la abundancia es que buscamos el placer en mecanismos que producen infelicidad. Deseamos, compramos, consumimos y seguimos deseando como si no hubiéramos comprado. El problema no es lo que tenemos, lo que nos falta o lo que necesitamos. Es la insaciabilidad que nos domina lo que nos hace infelices. Síntesis del pensamiento de la socióloga italiana Roberta Paltrinieri, autora del libro “Felicidad responsable”.Hace nueve años, un día decidió dejar de comprar ropa, de mirar vidrieras, de adquirir todo aquello que le prometía una vida más feliz. Fue durante la gran crisis de 2008. La retracción general del consumo la llevó a tomar conciencia de muchas cosas y a vivir otra dimensión de aquello sobre lo que daba cátedra en la Universidad de Bologna, la más vieja del mundo occidental: sociología del consumo. Así descubrió que la gente feliz genera vínculos con su entorno, en cambio la infeliz compra compulsivamente. Desde su oficina en el campus universitario, Paltrinieri, dialogó con las autoras del blog Deseo Consumido sobre esa experiencia de desconsumo que al término de un año, le había cambiado la vida.-Un día decidió dejar de comprar ropa ¿Cómo llegó a esa decisión?-Abrí mi armario y caí en cuenta de que tenía ropa y zapatos para vestir a cuatro mujeres. Ese día, decidí dejar de comprar ropa. Después, empecé a prestar atención y a ocuparme de los consumos de las boletas. Agua, luz, etcétera. No para gastar menos sino para no consumir inútilmente recursos.-¿Cómo cambiaron su vida y sus hábitos desde entonces?-Desde hace 20 años que estudio la sociedad italiana y sus consumos. Enseño sociología del consumo en la Universidad de Bologna hace doce, además, comencé a ocuparme del consumo responsable y particularmente del movimiento vinculado al boicot. Y me apasioné por ese movimiento social. Entonces, llegó la crisis de 2008 y desde ese momento, también mi vida cambió. Mi sensibilidad como estudiosa se volvió una práctica de vida. Y la sustentabilidad se tornó un valor práctico. Empecé a comer más en casa y menos afuera y a invitar amigos a casa, organizándonos para que cada uno trajera algo de comer o de tomar. Comencé a usar más el colectivo y la bicicleta. En un año, mi vida había cambiado completamente ¡y yo me sentía feliz siempre!- ¿Qué es la felicidad responsable?-Es una idea de felicidad que no se limita a la visión individualista. Un ejemplo es la idea de homo oeconómicus, concepto que limita la dimensión de las relaciones humanas en el proceso. ¿Puedo ser feliz si a mi alrededor, mis vecinos y mis amigos son infelices? ¿Y si viven en condiciones indignas? La felicidad es un recurso colectivo. Solo podemos ser felices juntos. La felicidad individual se transforma en felicidad responsable si todos trabajamos para el bienestar de todos. - Menos es más. ¿Es un planteo auténtico o el último lujo de quien ya tiene todo?-Quisiera pensar que es realmente una revolución y no una moda pasajera. Pienso que este minimalismo, ahora ya forma parte de nuestra vida y que no volveremos atrás, incluso porque es probable que en el futuro ya no volvamos a tener el bienestar económico que tuvimos en el pasado. La clase media ha sido la más golpeada por la crisis, porque ha visto que su poder adquisitivo se redujo de forma más acelerada. Mientras que, por el contrario, quienes viven de renta financiera han incrementado sus riquezas. Por esta razón, la clase media ha tenido que hacer de la necesidad una virtud y considera que este es un cambio positivo. El aprendizaje que deja la crisis es de naturaleza cultural: cómo pensar un mundo mejor para vivir.Desear menos cosas y más relaciones puede hacernos más felices.-¿Dónde buscamos la felicidad? -Creo que hasta hace muy poco tiempo reinaba la confusión. Ahora, quizás sin quererlo, nos hemos dado cuenta que la felicidad se alcanza cuando se crean bienes relacionales, que son gratuitos. El voluntariado, por ejemplo ha crecido. Lo que está en juego es la confianza. ¿Cuál es el mayor enemigo de la felicidad?-El peor enemigo de la felicidad es la soledad, mientras que el mejor amigo es la confianza.





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