El hijo del empresario detenido Lázaro Báez fue procesado por el delito de defraudación al Estado junto a otra decena de exfuncionarios de la Dirección de Vialidad Nacional y empresarios, a quienes también trabó embargos por la misma cifra. En esta causa, la exmandataria fue procesada como jefa de una asociación ilícita, junto al exministro de Planificación, Julio De Vido, el exsecretario de Obras Públicas, José López, y Lázaro Báez, entre otros. El juez consideró que Martín Báez fue parte de la maniobra que direccionó la obra pública durante el gobierno kirchnerista a empresas de su padre. "Una evidencia de ello es que los puestos o cargos claves para materializar la maniobra bajo estudio -algunos de la estructura estatal y otros del conglomerado empresarial de Lázaro Báez- estuvieron ocupados en su mayoría por familiares, amigos íntimos y/o conocidos de gran parte de los miembros de la organización criminal que resulta investigada en este legajo, entre los que se encuentra su padre", señaló Ercolini. En un extenso fallo, resaltó: "En este punto, un aspecto que no puede perderse de vista es que Martín Báez también formó parte de los negocios que mantenía su progenitor con los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y/o su hijo Máximo como representante". "Ello, implicaba que los conociera y tuviera un trato reiterado y personal; circunstancia que refuerza lo destacado sobre la existencia de la familiaridad entre los involucrados y su importancia para el propósito buscado", consideró el magistrado. Y agregó: "Por tal motivo, la presencia de Martín Báez dentro de la maniobra tiene su fundamentación en la ya referida necesidad de contar con personas del entorno íntimo en posiciones cruciales".
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