“La vida es eso que pasa mientras esperas la llegada del colectivo”, es una frase del ingenio popular sobre ese tiempo “muerto” que se pasa en las paradas. Entonces, a la Biblioteca Popular 2 de Abril se le ocurrió una idea para hacer esa espera algo más entretenida y, porqué no, educativa: esta mañana comenzaron a repartir cajas con libros en distintas paradas de colectivo del centro de Posadas para ganar lectores en esos espacios donde, en ocasiones, la espera se hace larga. La idea emula un poco a la iniciativa de los roperos solidarios. Las cajas con los libros estarán ahí, disponibles de manera gratuita para quien quiera acercarse y leerlos. No habrá condiciones, solo devolverlo una vez que llegue el colectivo o, en caso de que se lo quieran llevar a su casa, cambiarlo por otro libro. “Se van a distribuir en las paradas del centro de la ciudad. Habrá libros infantiles y también para grandes. Los vamos a dejar en las cajas con algunos carteles y quedarán en cada parada. Es gratis”, explicó uno de los integrantes de la Comisión de la Biblioteca Popular 2 de Abril, Norberto “Beto” Rivas, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Rivas señaló que la caja estará identificada con un cartel de la biblioteca y que en cada una habrá entre 30 y 40 libros. Solo hoy, hubo una persona indicando de qué se trata esa especie de minibiblioteca solidaria. Luego cada uno debe retomar su rutina diaria por lo que los libros quedarán allí, disponibles para los interesados. “Vamos a apelar a la responsabilidad de cada una de las personas”, indicó Rivas. La intención es que esta iniciativa se extienda a todas las paradas de colectivos de la ciudad, pero por el momento comenzarán con las más céntricas. Este miércoles dejaron las cajas en las paradas de Junín y La Rioja, Rivadavia y San Martín, Junín casi Mitre y Ayacucho casi Alvear. “Entendemos que las personas pueden agarrar un libro y leer mientras esperan el colectivo”, agregó. Cómo nació la ideaEsta campaña de lectura nació en uno de los encuentros entre los nueve integrantes de la Comisión de la Biblioteca Popular 2 de Abril. “La idea original era llevar los libros a los colectivos. Pero pensamos que muchas veces el recorrido es corto, pero se espera mucho. Entonces nos decidimos por las paradas”, comentó “Beto”.Una vez tomada la decisión, comenzó el trabajo de logística y se definieron los libros que serán llevados a las paradas. “Habrá buenas novelas pero también textos escolares. Porque también queremos que ayude a los chicos. Nos vamos a preocupar de poner manuales para las escuelas”. Según explicó Rivas, en la biblioteca ya cuentan con un stock de 14 mil libros, lo que permite destinar varios de ellos para las cajas de lectura en las paradas. “Nosotros lo vemos así: ese libro que se puede llegar a perder, se recupera; la intención es que se vuelva a la lectura”, señaló. Esta iniciativa para fomentar la lectura en los públicos más diversos no es la única de la biblioteca.“Recorremos la provincia, vamos a localidades del interior como Oberá o Bonpland, que iremos en los próximos días, y donamos libros y armamos una biblioteca. Realizamos talleres de lectura o de ajedrez”, indicó Rivas y señaló que otro de los proyectos que iniciaron consistió en ir a leer con chicos de primaria a El Refugio, donde viven perros que fueron rescatados de la calle. “A la tercera visita, los perros ya esperaban a los chicos y notamos que el animal se suaviza del trauma de haber sido abandonado y también ayuda a que ese niño, cuando crezca, tenga otra visión del animal”, contó “Beto”.Sin embargo, tuvieron que frenar las visitas a El Refugio por falta de fondos. “Nos manejamos con venta de pollos, pastelitos y nos cuesta mantener los proyectos”, dijo Rivas. Aunque esto no los hace desistir de su idea. “Queremos que la biblioteca no sea solo un lugar donde retirar un libro, sino que se pueda ir y tomar un mate o que los chicos puedan hacer la tarea. Queremos que sea un lugar de encuentro”. Un lugar de encuentro que ahora estará en la parada de colectivo.





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