La Municipalidad de Candelaria sugirió restringir los ingresos al predio de las Reducciones Jesuíticas para evitar que quienes realicen recorridas se acerquen hasta los muros, que, según expertos, están en serio peligro de derrumbe.Sin bien, todavía no existen restricciones formales para las visitas al resto jesuítico (que se encuentra dentro la Unidad Penal XVII de Candelaria), la decisión final de prohibir la entrada de visitantes o no, recae sobre el Ministerio de Justicia ante quien el Ejecutivo de esta comuna elevará un informe la semana entrante y sugerirá que se apliquen restricciones. Hasta ahora, siempre y cuando se gestionen los permisos correspondientes ante la superintendencia del penal, no existen impedimentos para recorrer el lugar.En ese sentido, de acuerdo al titular de la Subsecretaría de Planeamiento Estratégico (Ministerio de Turismo de Misiones) a cargo de Marcelo Surraco, “por el momento no habría impedimentos para realizar recorridos informales, como se vienen realizando a la fecha, simplemente que se tomarán algunas medidas de seguridad ya que se empezará a intervenir el lugar a fin de poner algunos seguros para evitar algún peligro”, aseguró. “Si es que la Provincia va a realizar trabajos en el lugar por las estructuras seguramente se van a tomar medidas de resguardo con los visitantes”, dijo. E insistió Surraco: “No hay cierre inminente a las visitas. Sin embargo, primero hay que tener en cuenta que esas Reducciones no están siendo explotadas desde el punto de vista turístico”.“Sí se está tramitando con el Bid un crédito para la Ruta Internacional Jesuítica y dentro de se crédito uno de los ejes de trabajo es el plan de ordenamiento urbano ambiental de los once pueblos jesuitas que existen en la provincia, para que puedan ser patrimonio y para que puedan explicarse desde ese punto de vista”, añadió el funcionario. Inminente prohibición“La Municipalidad recomienda que se prohíban las visitas que se acerquen a menos de 30 metros de donde están los muros. Sugerimos que puedan entrar hasta cierta distancia pero que de ninguna manera podrán tener contacto con los muros, porque están en inminente peligro de derrumbe”, contestó de su parte el intendente comunal, Daniel Luna, a la consulta de PRIMERA EDICIÓN sobre los rumores acerca de una inminente prohibición de ingreso.En concreto, está previsto que se realicen algunas podas y no sería descabellado pensar que pueden provocar algún derrumbe de algunas piedras. De hecho, según el informe técnico más reciente, el 80% las piedras de los muros de las reducciones están inclinados con grave peligro de derrumbe.“La Municipalidad recomienda que las visitas no que tengan acceso a las piedras de los muros. No nos oponemos a que se sigan permitiendo los recorridos de quienes solicitan el permiso correspondiente de la superintendencia de la Unidad Penal XVII, que es en definitiva quien tiene injerencia sobre el predio”, analizó Luna. “Siempre se permitió entrar, por ahí con algunas restricciones, como por ejemplo que no se podían sacar fotos hacia donde está la cárcel, ya que desde donde se hallan los restos jesuíticos hay contacto visual con los internos; pero lo cierto es que las paredes tienen una grave posibilidad de derrumbe”, concluyó el alcalde.InclinadasAl insistir sobre el peligro de acercarse a las piedras, Luna remarcó que “las paredes de los restos jesuíticos pueden caer hoy, mañana o en cinco años. El riesgo es inminente, sobre todo expuestas a estos fenómenos meteorológicos tan torrenciales que vienen azotando la provincia, ya que entre medio de las piedras crecieron arbustos y raíces que se mueven y la posibilidad de derrumbe es grave”, graficó.Necesidad de realizar inspecciones periódicas Arquitectos expertos en Patrimonio consultados por este Diario aconsejaron que se debe “seguir de cerca el trabajo que se está haciendo en las Ruinas. Nos parece que, por lo menos, esa altura que mantiene Candelaria de alrededor de 6 metros de muro de resto jesuítico, es porque está apuntalado y no se sabe si es que hay inspecciones periódicas de expertos a fin de ir contrastando los distintos estadios de las piedras, porque cada vez que llueve eso se va desgastando”, analizaron los expertos. “Entre las piedras, lo único que hay son algunas piedritas y barro, por lo tanto cada vez que llueve eso se va lavando y habría que hacer un trabajo intenso de mantenimiento”, describieron.“No sabemos hasta qué punto hay un control, se deja que la gente entre pero ignoramos si las visitas al predio están supervisados como para saber que los ingresos son inofensivos o se puede morir o lastimar alguien porque se le van a caer las piedras encima”.Expresaron que hace dos años hubo una convocatoria con el propósito de conformar una mesa multisectorial de expertos en patrimonio, pero que en los hechos hubo una o dos reuniones que después no continuaron.
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