En 2014, las autoridades de la Escuela 356 y la de Adultos 4 de Posadas se enteraron de los planes que tenía la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) para ellos: derrumbar el viejo y obsoleto edificio que comparten hace más de 30 años para emplazar en el lugar una colectora para la avenida Quaranta. No los iba a dejar en la calle, al contrario, la EBY se encargaría de levantar un nuevo edificio escolar en la misma manzana. De hecho lo está haciendo, sin embargo los planos no contemplan las aulas para los talleres específicos de la modalidad de adultos que se fueron levantando a lo largo de estos años gracias al esfuerzo de docentes y alumnos.De 2003 en adelante, atento a la demanda que tiene la institución, la comunidad educativa de la Escuela 4 trabajó en varios proyectos para reunir fondos y así poder levantar las aulas específicas de la modalidad. Al día de hoy cuenta con un taller de informática con ocho computadoras, auxiliar de escritorio, herrería, cotillón, electricidad, peluquería y cocina a los que asisten un total de 200 alumnos. “Los hemos construido con nuestros esfuerzos, hemos trabajado muchísimo”, indicó la directora de la Escuela 4, Alba Gloria Galeano, a PRIMERA EDICIÓN. Todas estas aulas están ubicadas donde el día de mañana pasará la nueva colectora en inmediaciones de avenida Quaranta y Pedro Núñez. “Qué va a pasar cuando demuelan todo. Va a ser muy lindo el nuevo edificio, pero nosotros no tenemos espacio”, agregó la docente. Atenta a esto, en 2014 Galeano presentó una nota al director general de Arquitectura de la Provincia de ese entonces, Omar Rodríguez, en la que detalló las aulas específicas de la modalidad que se levantaron gracias a la tarea del cuerpo docente, que “aparece amenazado con la construcción del nuevo edificio ya que para el proyecto del mismo no hemos sino ni consultados ni tenidos en cuenta”. En la misiva pedían una entrevista con los responsables del proyecto “a fin de poder aportar nuestra visión y necesidades de espacios de uso exclusivo indispensables para poder desarrollar pedagógicamente nuestras actividades”. Sin respuestas, en 2015 pidieron una reunión a la coordinadora general de la USCEPP, Claudia Azar, también sin respuestas. Mientras tanto se levantaba el nuevo edificio escolar con aulas y grados pero sin los espacios requeridos por la escuela de adultos. En 2016 las obras se detuvieron por largo tiempo, lo que calmó los ánimos, sin embargo en 2017 la construcción se retomó y volvió la preocupación a la 4. “Me puse a pensar qué va a pasar con los talleres”, dijo Galeano. Entonces, el 28 de julio del corriente año la misiva fue dirigida a la supervisora de la modalidad, Miriam Ros, ya que han transcurrido tres años de notas sin ninguna convocatoria para que desde la Escuela puedan manifestar las necesidades concretas de la institución. Hasta el momento, también sin respuestas. “Estoy esperanzada de que me van a dar una solución”, dijo Galeano, a la vez que indicó que habló con uno de los constructores quien le anunció que parte del viejo edificio no será demolido. “Tengo esperanza de que nos cedan ese espacio y lo vamos a adecuar como siempre lo hemos hecho. Lo merecemos”.Fotos: J.C. Marchak





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