El coordinador del Plan Belgrano en Misiones, Hernán Damiani, se refirió al <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/251577/el-ambicioso-plan-belgrano-hace-agua.html">artículo publicado el pasado domingo en este Diario donde se afirmaba que el programa oficial "no tiene oficina, presupuesto ni obras propias"</a>.En declaraciones al programa El Foro, por M4, Damiani admitió que “el Plan Belgrano ocupa el 10º piso del edificio de la Jefatura de Gabinete en Buenos Aires. Si se refiere a Misiones, sí es cierto. La oficina del Plan Belgrano es mi estudio, el vehículo con el que me muevo es el propio, el combustible es el que lo pongo yo”. “Nosotros apostamos a la gobernabilidad, que tiene un limite claro que es la impunidad. No tiene que ver esto con construir lo que sea al galope, sino dentro de una planificación que este Gobierno ha empezado”, indicó el dirigente radical.Cabe recordar que el “Belgrano” se anunció con la llegada de Cambiemos al poder hace un año y siete meses atrás. También se refirió al hecho de que hay pocas obras nuevas y la mayoría fue iniciada en la gestión anterior: “Las obras no son de quien las hizo”, dijo, sin poder negar esa afirmación.El Plan Belgrano fue anunciado como un ambicioso programa de inversiones en el relegado Norte Argentino, al que se traería una “reparación histórica” en materia de infraestructura y servicios. Pero, con el tiempo y la ausencia de materializaciones, se ha transformado en una unidad “casi fantasma”, sin presupuesto propio, que se adjudica obras realizadas por otros ministerios y que ni siquiera tiene una oficina física donde las provincias o las intendencias puedan ir a gestionar proyectos. “Con esta iniciativa se pretende saldar la deuda histórica que el país tiene con las provincias del Norte, llevando adelante el plan social, productivo y de infraestructura más ambicioso de la historia argentina”, prometió la Unidad con rango ministerial en el proyecto de Presupuesto 2017. El plan pretendía “el financiamiento de un conjunto de acciones” por $95.000 millones en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes. Sin embargo, de acuerdo con el presupuesto 2017 aprobado, la Unidad solo maneja este año 86 millones de pesos y el 67% del total se destina al pago de salarios. Ni un solo peso asignado va a obras. Las controversias y cuestionamientos aparecen en todas las provincias, ya que transcurrió más de un año y medio de su ejecución y no aparecen obras nuevas. Casi todas, además de estar proyectadas hace varios años, pertenecen al Programa Norte Grande, que obtuvo financiación del Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros. En cambio, el Plan Belgrano no posee entidad presupuestaria y desde que entró en funciones, tanto los intendentes como los gobernadores no saben dónde está ubicado físicamente para concurrir a solicitar alguna obra. Lo que les preocupa a muchos y lo reconocen en voz baja, es que las partidas presupuestarias que fueron gestionadas en el Programa Norte Grande se están terminando junto con las obras y el Plan Belgrano no ha gestionado nuevas partidas de financiación, es decir, no hay nuevo presupuesto más que el que alguna vez tuvo el Norte Grande. No existe una oficina que gestione préstamos para obras.En Misiones, el Programa solo continuó algunas obras que ya estaban iniciadas y prometió otras, que todavía no empezaron. Las grandes obras, las que verdaderamente generarían un cambio estructural, ni siquiera asoman: ellas son el Gasoducto del NEA, la hidrovía del Paraná, nuevas redes de energía eléctrica o la puesta en funcionamiento de los trenes de carga y pasajeros para abaratar los costos. Algunos intendentes consultados indicaron que presentaron numerosos proyectos y no tuvieron respuesta.





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