La décima edición de la Expo Mujer continúa hoy en el Parque del Conocimiento bajo el lema “Igualdad e inclusión social” con la participación de 850 expositoras de toda la provincia, las que sumadas a sus acompañantes elevan a 1.700 el número de participantes. También hubo inscriptas de Gobernador Virasoro e Ituzaingó (Corrientes), Mar del Plata (Buenos Aires) y Encarnación (Itapúa, Paraguay). Ocupan 450 stands distribuidos en dos pabellones del predio ferial y en el Centro de Convenciones del Parque del Conocimiento. Abarcan rubros como gastronomía, textil y accesorios, artesanías varias, juguetería, plantas ornamentales y varios, que contempla una diversidad de servicios. Mediante la Expo Mujer, se acercan a las emprendedoras, herramientas alternativas para el desarrollo económico sustentable e independiente. Este domingo las puertas de la muestra estarán abiertas al público hasta las 19. La entrega de premios a los stands más destacados, distinciones y clausura protocolar se llevará a cabo en horas del mediodía. Durante la jornada las expositoras y visitantes podrán disfrutar una extensa agenda artístico-cultural y de capacitaciones de distinta índole.Estas son algunas de las protagonistas que exhiben sus trabajos en el Parque del Conocimiento de Posadas:El licor de yerba que llegó hasta el Vaticano Comenzó a tomar forma en manos del baqueano Andrés Almirón durante su vinculación con los jesuitas, que utilizaban la bebida durante la recepción a los invitados. Su tataranieto Mauro Almirón intentó replicar la iniciativa, ensayó y comenzó a elaborarla en la localidad de Candelaria, donde se ubica la fábrica y donde se concentra la producción de la materia prima. La denominó Elixcor, una mezcla de licor y elixir, que desde hace más de diez años se comercializa en los puntos turísticos como los aeropuertos de Posadas y Puerto Iguazú, además de puntos estratégicos de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.Cecilia Almirón, hija de Mauro, es quien se ocupa de la parte comercial de este emprendimiento familiar y desde el stand emplazado en la Expo Mujer contó que hace dos años sus padres tuvieron la posibilidad de viajar a Italia y pudieron estar con el papa Francisco en el Vaticano. Fue allí donde “le presentaron el licor, él pudo degustarlo y obtuvieron su aprobación, y eso para la familia es un orgullo, estamos más que contentos”, dijo.Recientemente participaron de la Feria Caminos y Sabores, en el predio de La Rural, en Buenos Aires, donde ganaron el trago en el concurso InnoBar, con la bartender chilena Michelle Lacoste -que este año fue electa la mejor bartender de Argentina-.Sostuvo que se trata de un producto regional que representa a los misioneros porque es de yerba mate, que es el que “nos distingue” y explicó que tiene un tiempo de maceración de la hoja de la yerba mate, donde se logra un fermentado. Se hace la destilación y se lo rebaja con un almíbar de azúcar mascabo, que proviene de la primera prensa de la caña, por lo que todo es netamente orgánico”.También elaboran de frutos regionales como la mandarina y la yabuticaba. En este último caso no es fácil conseguir el fruto por lo que los Almirón encomiendan la recolección en zonas selváticas, en temporada. “Son productos orgánicos elaborados artesanalmente, y a los misioneros les gusta tener algo que los represente, les resulta un tanto llamativo tener licores de sabores que no sean tan clásicos ni tan tradicionales”, aseguró. Indicó que existen posibilidades de extender los sabores pero que el proceso de investigación, elaboración y registración lleva su tiempo. Las presentaciones en envases de vidrio de 500, 250 y 50 centímetros cúbicos son ideales para regalar y para el turismo, un nicho en el que tiene “mucha aceptación y salida” gracias a los conocimientos que el tatarabuelo transmitió a la familia.Recetas a base de mandiocaMaría Leila Rezende Do Vale presentó la tapioca, un alimento muy conocido en Brasil que se comenzó a introducir en nuestra zona. Con acento portugués, y por primera vez en la Expo, desde el stand del sector gastronómico explicó que era una comida de los indígenas del amazonas preparada con el almidón de la mandioca, que es hidratada con agua. Dijo que en tupí guaraní, tapi significa pan, y oca, mandioca. Dijo que se coloca en la sartén y que resulta como un panqueque que puede tener un relleno dulce (dulce de leche, leche condensada con coco, chocolate con almendras) o saldado (salsa blanca, parmesano, muzzarella, salsa de tomate). En su stand es uno de los productos estrella de la jornada aunque exhiben otros derivados como el sagú en varios sabores y un postre de tapioca que en el Nordeste de Brasil es conocido como cuscus de tapioca (de maní y de coco con leche condensada).Contó que hubo años que en la Quinta Amazonas Leo & Leila, en proximidades del aeropuerto de Posadas, tenían su propia producción de mandioca y que, incluso, solían elaborar su propio almidón. “Cumplíamos con el proceso perono es sencillo y no nos daban los tiempos porque es mucho el trabajo. Ahora compramos de la zona y valoramos a productores pero es importante que la producción sea orgánica. Lastimosamente la mayoría usa muchos agroquímicos y eso hace que la mandioca sea más dura”.Cuando tiene oportunidad, concurre con su esposo a las ferias de la costanera pero en todos los casos “vendemos la harina lista para colocar en la sartén”, dijo la mujer que hasta se animó a contar la triste leyenda de la mandioca. Durante el viernes y el sábado fue incesante el número de visitantes que se acercó al stand para degustar esta novedad. Allí?Rezende Do Vale se toma el tiempo para explicar la forma exacta de manipularlo en esta zona cuando se presenta una excesiva humedad en el ambiente. Ollas para preparar comidas sabrosasOllas de barro, fuentes y pavas, confeccionadas por alfareros de La Quiaca, Jujuy, son exhibidas en el stand que María Magdalena Mohamed posee en la Expo Mujer, desde donde explica a los visitantes las bondades de esta artesanía totalmente ecológica.Ella aprendió a confeccionarlas junto a los aborígenes de la zona pero como “la vida” la trajo a vivir a Misiones, quiso difundir en la tierra colorada lo que significa “este trabajo y lo que se puede hace con ellas. Comenzamos a traerlas y queríamos ver si a la gente le interesaba, hasta que vimos que había una buena acogida y nos transformamos en una especie de distribuidores oficiales”. En un primer momento “Ollas de barro Sabores de mi Tierra”, era un producto que se vendía solamente en las ferias que se desarrollan sobre la avenida costanera de Posadas pero días atrás Mohamed logró abrir un espacio sobre avenida Santa Catalina 4310 y así reforzar los lazos con los artesanos de su provincia.Al referirse a las cualidades, indicó que “son totalmente ecológicas porque no tienen pintura ni barniz, sin químicos que dañen la salud. Muchos profesionales médicos las recomi
endan. Además el sabor de una comida elaborada en ellas es especial porque son distintas a todas”.Entusiasma a aquellos que no tienen mucho tiempo para preparar las comidas es que “cocinan rápido y, a su vez, permiten el ahorro de energía porque una vez que estas ollas generan calor hay que dejarlas a fuego lento. De esta manera hierven mucho y cocinan rápidamente”. Otro de los puntos a favor es que son sumamente fáciles de limpiar pero recién cuando estén totalmente frías. Justamente lo que la vendedora recomienda con énfasis antes de entregar la pieza es que “se tenga cuidado para no ocasionar un choque térmico”. Para empezar a usarlas es necesaria “una cura, que implica cubrirlas con manteca o grasa de cerdo con el propósito de sellar los poros que quedan en la pieza y para esterilizarlas”. Según Mohamed son artesanías muy nobles. Están cocinadas a una temperatura de casi mil grados centígrados por lo que “de ahí hacia abajo resisten todos los calores”. Tras las indicaciones invitó a disfrutar de comidas sabrosas como un buen guiso, un locro, una cazuela. Como si fuera poco, son piezas decorativas y se pueden llevar a la mesa, recreando una mesa norteña.Arte con caña de castillaDesde hace 40 años María Ana Surniak confecciona canastos con caña de castilla. Es una tarea ardua porque debe recoger el material en el campo y luego “domar” las ramas para dotarlas de las más diversas formas. Hace cinco años comercializa sus productos en el Mercado Concentrador Zonal de Posadas, el mismo tiempo que concurre a la Expo Mujer, con mucha aceptación entre los visitantes. Recordó que cuatro años le llevó aprender a la perfección esta habilidad que le transmitió su suegro, Pedro Juan Maldonado, que había venido desde Itá, un pueblo cercano a Asunción (Paraguay). El dilema radica en quien delegará tamaña responsabilidad porque es un trabajo arduo ya que las manos terminan muy lastimadas durante el proceso. Ella se ocupa de recoger las cañas en la zona de Villa Cabello y en ocasiones ocupa algo de la plantación que posee en su terreno del barrio San Isidro. “El proceso es difícil porque es necesario que la caña esté bien madura, tras la floración. Luego hay elegir las mejores para encarar el trabajo”, dijo.Hace paneras de distintos tamaños, portamacetas, canastos para ropa, papeleras, leñeros, canastos para chipa, recipientes para depositar los juguetes de los chicos, entre otras “obras de arte” que prefiere dejar en color natural. Su producción ya es conocida en el país porque le llegan pedidos desde Villa Gesell, y a fin de año va a probar suerte en Luján, donde vive uno de sus hijos. Vajillas y decoraciónRosana Romero tomó un curso de cerámica para confeccionar su propia vajilla, y ya no se detuvo. “Estoy contenta porque este es un lugar de mucho tránsito de visitantes y año a año va mejorando el nivel de los emprendedores y de la feria, y es algo que nos favorece a todos”, dijo la emprendedora que empezó hace quince años y que hace diez, encaró la venta a través de las redes sociales y por contactos en forma particular. “Comencé haciendo mi vajilla. Luego los amigos, conocidos, fueron encargando piezas. Viajé a Buenos Aires donde estudié y me fui perfeccionando. Como utilizo esmalte apto vajilla todas las piezas se pueden utilizar para contener alimentos”, añadió. Entre sus productos se destaca la vajilla y objetos de decoración. También tiene una línea de baño con jabonera, vasos y bachas. Por quinto año en la Expo, admitió que “me fui metiendo en el mundo de la cerámica pero nunca pensé que podía ser mi medio de vida”.Paisajes misioneros en un abrir y cerrar de ojosLa técnica es conocida como dáctilo o digitopintura, y ayer causó furor en uno de los pabellones de la Expo. En un extremo de una mesa, rodeada de una multitud, Martihna Caceres se apuraba en terminar de pintar con los dedos uno de los tantos azulejos requeridos por los visitantes. En su mayoría fueron paisajes misioneros. Lo hace desde hace 26 años y esa experiencia permite culminar su trabajo en dos minutos, o en un poco más de tiempo, los más complejos.“Conocí a alguien que pintaba y como se negó a enseñarme, comencé de manera autodidacta. Tenía un azulejo y un color al óleo. Practiqué un mes sobre ese azulejo pintando y borrando. Hago todo lo que sea paisajes. Ahora estoy haciendo muchos misioneros por el lugar en que me encuentro”, aseguró. Viene de Brasil donde estuvo haciendo playas, primero en Para Tí y después en Río. En Perú, lo más requerido era el Machu Picchu, pero “si voy a Iguazú hago Cataratas. Me voy acomodando al lugar y mi fuerte es el turismo. Hace poco me radiqué acá y voy a las ferias. Quiero hacer talleres y puedo dar clases de ésta y de otras técnicas como escultura o modelado. Escucho ofertas de trabajo”, manifestó, al tiempo que confió que “me encantó la organización”.Fotos: J.C. Marchak





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