Paulino Ramón Olmedo y Andrea Elizabeth Mieres permanecen detenidos formalmente acusados del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, premeditación, alevosía y codicia”, cuya víctima fue María Ester Yess de 63 años el domingo 24 de julio de 2016 en el kiosco de su vivienda de la calle Río Grande de Puerto Rico.A un año del crimen, al expediente le restaría un solo paso para ser elevado a juicio oral: la opinión de la fiscal de Instrucción de Puerto Rico, Mabel del Rosario Luna.La instrucción de la causa fue realizada por el juez Osvaldo Rubén Lunge y, de acuerdo al auto de prisión preventiva, el crimen se cometió poco minutos después de las 21 del día mencionado. María Yess recibió un disparo calibre 22 que le atravesó la cabeza, ingresó por el parietal derecho y tuvo orificio de salida sobre la oreja izquierda.Las sospechas sobre la autoría del crimen recayeron pocos minutos después de la intervención de los investigadores de la Unidad Regional IV y de la Dirección Homicidios de la Policía. La punta del ovillo resultó la prueba orientativa de guantelete de parafina de las manos de Andrea Mieres (31).Tras el resultado positivo de existencia de una deflagración de pólvora, se ordenó su demora y comenzaron a tejer la trama que condujo a la pareja de la sospechosa, Paulino Ramón Olmedo (24), quien fue detenido al día siguiente en su vivienda de Caraguatay y cuando terminaba de desarmar la motocicleta en la que habría sido visto rondar la escena del crimen en la hora marcada.Los peritos rápidamente determinaron que el disparo jamás partió desde la ventana hacia adentro del kiosco de Yess, ya que fue hallada tendida en una posición imposible de coincidir con la dirección manifestada por su hija a los policías de la seccional Primera.De acuerdo a las reconstrucciones hechas con los análisis de las pericias de telefonía celular y varios testimonios de personas, una semana antes de que fuera asesinada Yess, se había reconciliado con su hija, cuyas tres pequeñas hijas tenía bajo tutela y guarda.María Yess le habría permitido a Andrea retornar al hogar de Puerto Rico y compartir el techo con sus nietas. Constantes peleas y amenazas habría padecido Yess por los reclamos de un terreno que la víctima se negaba a dejar en manos de una hija que también habría sido investigada por su posible participación en el contrabando de cigarrillos junto a su nuevo concubino, Paulino Olmedo.La principal hipótesis a exponerse en un debate oral sostendría que la hija de María Yess pergeñó el asesinato junto a su pareja cuando se enteraron de la liberación de un vecino acusado por abuso sexual, a quien señalaron como sospechoso del crimen pero lejos estaba de la escena del crimen esa noche.





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