Ante las bajas temperaturas registradas, en un trabajo en conjunto los equipos del Ministerio de Desarrollo Social, que encabeza Lisandro Benmaor, desplegaron un operativo para asistir y contener a personas en situación de calle.La Subsecretaría de Acción Social recorrió distintos puntos de la ciudad entregando frazadas, ropa y comida; mientras la Dirección de Infancia de la Subsecretaría de la Mujer y la Familia realizó un relevamiento previo para brindarle espacio a los niños, niñas y adolescentes.Además, debido al frío, el Ministerio de Desarrollo Social, habilitó la Línea 102 para recibir notificaciones de personas en situación de calle y derivar la atención a las áreas correspondientes.El MDS cuenta hace una semana con el Hogar Filipos para recibir a adultos; mientras que para niños, niñas y adolescentes, cuenta con el Hogar Lucas. En tanto, para los Adultos Mayores hay un centro en el Hospital Baliña.El trabajo de relevamiento, atención y contención, se lleva adelante entre las subsecretarías de Acción Social; Mujer y Familia; y Adultos Mayores; junto a la secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Posadas; como así también los equipos del Ministerio de Salud y de Vicegobernación.Distribución de frazadasPor su parte, Enrique Parra, subsecretario de Protección Civil, comentó a este diario que ante la noticia del arribo de la ola polar, la semana pasada iniciaron el operativo de entrega de frazadas para personas en distintos barrios de nuestra ciudad. Los lugares por donde comenzaron la distribución fueron los barrios Belén, Porvenir 1 y 2, el Piedral y continuarán durante toda la semana en los lugares donde más necesidades haya, hasta que aplaque el frío. Albergue en el BaliñaRubén Darío Olmedo, licenciado en Trabajo Social, quien se desempeña en la Subsecretaría del Adulto Mayor informó a PRIMERA EDICIÓN que cuentan con un centro de atención nocturna de adultos mayores que funciona en el Hospital Baliña. Atiende desde las 7 de la tarde en adelante. A los que acuden al lugar se les brinda el servicio de ducha, se les sirve la cena, una cama donde dormir y a las 7 de la mañana se les provee del desayuno para que luego las personas salgan y regresen nuevamente en las últimas horas del día. “Mi rol es hacer de nexo entre la gente que está en situación de calle para invitarlos a que acudan a ese centro”, indicó. Reconoció que no es fácil convencerlos porque muchos se niegan a dejar su lugar y sus cosas mientras que con otros cuesta más porque acarrean problemas con el alcohol y estupefacientes. En ese sentido también relató que muchas veces rehusan moverse porque los puntos de la ciudad donde viven los consideran como propios. Comentó además que al momento de invitarlos también surge una especie de prejuicio porque cuando escuchan la palabra Baliña “temen que los llevemos a encerrar en el manicomio, cuando en realidad el hospital psiquiátrico es el Carrillo”. Sobre el número de personas en situación de calle señaló que hay una población estable de gente que hace años está en esa situación por circunstancias diversas. “El año pasado hicimos un relevamiento que arrojó el resultado de entre 25 y 30 personas. El problema para seguirlos surge porque muchos de ellos migran o simplemente se les pierde el rastro. Algunos son de Corrientes, de Paraguay y hay otros que no quieren brindar información acerca de quiénes son y cómo se llaman. Algunos están en la zona del Hospital, de la Terminal o Villa Cabello. De ese grupo ‘fijo’, muy pocos son adultos mayores”, indicó Olmedo.




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