Este jueves se realizó la primera de las dos jornadas del primer modelo de Naciones Unidas en Misiones, que involucra a estudiantes secundarios que durante dos días serán diplomáticos que discutirán la realidad social, económica, política y cultural de diferentes naciones. La actividad está organizada por la Asociación de las Naciones Unidas de la República Argentina (Anu-Ar), en el Centro del Conocimiento. En las mismas participan diferentes instituciones secundarias de la Posadas, de Paraguay y de Uruguay, como así también distintas universidades. Trabajaron en comisiones y debatieron sobre posibles soluciones a los conflictos que padece el mundo en la actualidad. En el marco del evento, estuvo en la provincia la presidenta de Anu-Ar, Silvia Perazzo, responsable de impulsar este tipo de iniciativas en el país, cuyo principal objetivo es colaborar con la educación de los jóvenes. Justamente Anu-Ar nació en 2005 con el objetivo de estimular proyectos que ayuden a mejorar la educación, primero en Buenos Aires y luego en distintos puntos del país. Perazzo dialogó con PRIMERA EDICIÓN sobre las problemáticas actuales que presenta la educación en la Argentina. “La escuela es totalmente expulsiva, si queremos hablar de esto hay que empezar por ahí, y la culpa no es de alguien en particular, sino de todos”, sentenció. ¿El sistema educativo está preparado para enfrentar los tiempos presentes o construye desde un pasado que se modificó?La escuela no está adaptada a la realidad. Si bien no podemos decir que sean las mismas realidades en todo el país, en forma global veo que todo el sistema educativo está desfasado de la realidad. No porque no usen las nuevas tecnologías, porque no pasa por ahí, el problema está en cómo se usan. Los programas no están adaptados, las técnicas y la metodología de trabajo con los chicos tampoco, se está pendiente del libro de texto y de lo que el chico estudia o no estudia y no consideramos estrategias educativas innovadoras. Pero el cambio fundamental lo tienen que vivir los docentes. Los chicos ya cambiaron, los padres acompañaron un poco, pero los docentes están inflexibles y no entienden que tienen que cambiar porque la realidad cambió.Se sostiene la estructura del docente que enseña y el alumno que aprende…Justamente y la educación es una retroalimentación. El docente sabe dar clases, se capacitó para eso; pero puede saber más aún si después transfiere sus conocimientos a los alumnos y se predispone a aprender de la devolución que ellos le dan. Los alumnos siempre te devuelven y el docente sale aprendiendo y sabiendo aún más. En este aspecto hay un abanico de posibilidades y formas, el docente debe ver qué método le gusta más. Las evaluaciones se deben tomar de la misma forma. Pero es un tema muy difícil, a mí me cuesta mucho más trabajar con docentes que con jóvenes.¿Esto es así porque hay resistencia al cambio? El tema es respecto a cuánto te importa el otro. Porque es cierto lo de la aceleración de la historia, lo que aprendimos como docentes nos sirvió como base, pero quedó en el pasado, ya no se aplica. Ahora, si a mí no me importa lo que le voy a dar al otro, no solamente tengo resistencia al cambio porque estoy en mi zona de confort, sino que también ocurre que no me importa el otro, no me importa darle algo mejor.¿Qué opina de las alternativas a la educación formal?Opino que son buenísimas porque incluyen a todos los que el sistema excluye. Hay muchos y seguramente todos hechos con las mejores intenciones, pero lo que tenemos que entender es que los chicos son distintos y que no se puede aplicar el mismo método parejo para todos. Hay niños que no pueden aprender en el aula, no van a aprender nunca porque no es para ellos, necesitan otra forma y todos tiene derecho a aprender y el sistema les tiene que dar una alternativa.¿Cuál es el rol de la política en todo esto?Esto me gustaría contestar a título personal, no como presidente de Anu-Ar para no involucrar a toda la asociación en mi opinión. Veo es que hay una total desidia en los últimos 30 años respecto a la educación. No hay una voluntad real al cambio por parte de los gobiernos nacionales, no hay voluntad de aplicar políticas centradas en que el chico piense, aprenda, crezca. Están preocupados en que cierren los números y así no se puede generar cambios. Para que esto pueda lograrse hay que atacar todos los eslabones: el chico, el padre, el docente, el supervisor y los responsables de áreas. Todos tienen que ir en la misma dirección para que esto funcione, trabajando en un plan integral de educación adaptado a cada zona del país.¿Se piensa en la educación en relación al futuro del país?No se piensa en eso, no se piensa en el país del futuro y no se piensa para quién va a ser el país. La escuela pública argentina ha sido pionera en Latinoamérica en materia de inclusión y hemos perdido eso. Le estamos negando a nuestra generación actual y futura una educación pública de calidad como la que teníamos antes cuando éramos el país número uno de América Latina en cultura y educación.¿Qué análisis hace de los resultados de los alumnos argentinos en las pruebas Pisa?Los resultados que viene dando la Argentina son sumamente alarmantes. Lo importante de esto es que hay que hacer algo, no puede ser que tengamos chicos en quinto año sin saber redactar. ¿Cómo esto no incidirá en el futuro del país? Claramente sí, es un chico que tendrá menos posibilidades que el resto de elegir libremente. Gente que no tiene educación es fácilmente captable para clientelismo político como mano de obra barata. En Argentina tenemos dos generaciones de personas que no estudiaron y no trabajaron nunca, y ¿cómo los sacás adelante?, ¿qué posibilidades puede tener un país así?





Discussion about this post