Escasos 30 minutos duró este viernes la audiencia pública convocada en el Concejo Deliberante de Posadas para escuchar las diferentes opiniones de propietarios, choferes y usuarios en torno al pedido de un incremento en la tarifa de los automóviles con taxímetros de la ciudad.Hubo discrepancias y reclamos a la gestión municipal entre los cinco expositores, ya que mientras unos reclamaban un incremento superior al 20%, otros se oponían a él por el fuerte impacto negativo que tendría entre los usuarios en un ya alicaído servicio; así como hubo reclamos en torno a la seguridad y a los controles comunales en las calles, y a la situación laboral que deben soportar los choferes.En nombre de estos últimos, Julio Alberto Escribano se opuso a la suba y reclamó una serie de acciones que debe tomar la Municipalidad para la mejora y control del servicio. Con voz quebrada también se refirió a la paliza que sufrió días atrás un chofer en la estación de trenes del puente, quejándose de las patotas que los atacan y de la competencia de los taxis “truchos”.“La Municipalidad debe ocuparse del control del servicio y de la seguridad vial”, subrayó al plantear que las diferencias entre patrones y choferes no es competencia de ésta sino del Ministerio de Trabajo y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afipt).Jorge Starik, de una de las asociaciones patronales, detalló los importantes aumentos en obligaciones tributarias e insumos que está soportando el sector y reclamó el incremento de la en algo más del 20% ($22 la bajada de bandera y $0,22 la ficha), pero aplicable en dos cuotas: una ahora y la otra en noviembre o diciembre.Se quejó además en la demora del Concejo para convocar la audiencia, ya que el pedido fue hecho en marzo pasado y, en razón del feriado administrativo invernal, la autorización al aumento recién podrá debatirse en el plenario del cuerpo en agosto.Alejandro Maidana, de la parte patronal, fue más categórico en la necesidad de aumentar la tarifa. Se manifestó de acuerdo con el monto planteado por Starik, pero reclamó que ésta se aplique en una sola vez.Finalmente Sandra Barrios, del sindicato de remises y automóviles de alquiler, señaló la inconveniencia de cualquier aumento en la tarifa, ya que “se nota un firme caída en el uso de los taxis, los viajes largos ya no se hacen, y una suba impactaría aún más”, dijo. Precisó además que de ocurrir el incremento sólo beneficiará a los propietarios a través de alquileres cada vez superior, ya que el chofer debe pagarlos ahora entre $800 y $850, detalló; cifra que luego Striok corriegió en $920.El paso siguiente a esta audiencia pública será la fijación de una tarifa o ratificaci´n de la actual, que analizará la Comisión de Transporte y Tránsito una vez elaboradas las conclusiones del encuentro público que, esta vez, convocó a una veintena de personas.





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