"En este momento, más que ayuda económica, necesitamos asistencia psicológica para los chicos. Es lo primero que necesitan". El pedido desesperado es de Abigail, joven de 21 años que tiene la guardia provisoria de sus cinco hermanos menores después que su padrastro fuera denunciado por abusar de tres de ellas de 14, 11 y 7 años y que, por el hecho, su madre tenga prohibición de acercamiento.Abigail es madre de dos niñas, de cinco y tres años. Desde principios del mes de junio tiene la guarda provisoria de sus hermanos de 14, 11, 8, 7 y el más chico de 1 año y 10 meses. Es responsable por ellos desde que, en Cámara Gesell, los niños hablaran sobre el calvario que vivían con su padrastro (ver aparte). Desde entonces, ella sola es responsable de siete niños. “Mi hermana de 20 años, su marido y mi pareja me ayudan”, reconoció Abigail en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Sin embargo, para atender a los niños necesita más. “Mi mamá cobra el plan madre de siete hijos pero este mes cobró y, pese a que yo ya estaba a cargo de mis hermanos, no me dio ni un peso, ni el mes pasado ni este mes tampoco y la responsabilidad es de ella, los hijos son de ella. Ya van a ser dos meses que está cobrando y no nos está pasando nada y nosotros nos estamos arreglando como Dios nos ayuda”. Por el momento “no hubo orden de que ese dinero pase a mí, únicamente me dieron la guardia provisoria de mis hermanos”.Abigail cobra la asignación universal por sus dos hijas y no tiene trabajo y ahora, responsable de siete niños, la posibilidad de salir a trabajar se torna casi imposible. “Tengo que tramitar la asignación universal por mis hermanos, pero yo no tengo ni las partidas de nacimiento ni el registro de vacunas ni nada, solo los documentos”.Frente a esta situación, aseguró que en el Hogar de Día de Iguazú se comprometieron a tratar de conseguir estos papeles para tramitar las asignaciones como también se lo prometieron responsables del Juzgado. “Me dijeron que iban a tratar de hacer lo posible para que yo pueda cobrar la asignación de mis hermanos para tener un ingreso más y tenerlos mejor”, indicó. Necesidad de asistencia psicológicaPor estas horas, la familia de hermanos vive en la que era la casa materna en el barrio Primero de Mayo de Iguazú. Saben que su mamá anda por la ciudad, pero no se acerca a ellos. Los chicos intentan vivir su vida normal y continúan yendo a la escuela, pese a algunas situaciones que requieren de atención urgente. “La nena más grande, de 14 años, está con algunos problemas de salud, tiene anemia y muy bajo peso. Además está depresiva, hay veces que va a la escuela y otras veces que no”, contó Abigail. Esa ayuda psicológica que necesitan está en el Hogar de Día de esta localidad. Sin embargo, por la acuciante situación económica, llevar a los chicos hasta el lugar todos los días se torna muy difícil para Abigail. “En estos días el Hogar está sin móvil y no los puede venir a buscar”, relató la joven quien reconoció que “yo no puedo llevarlos porque no estoy bien económicamente como para ir y traerlos, porque son muchos chicos y van a la escuela. Los que van a la mañana tienen que ir a la tarde al Hogar, y los que van a la tarde a la escuela tienen que ir a la mañana. Es complicado”.En este panorama, Abigail indicó que desde el Hogar de Día le pidieron los datos de todos sus hermanos para tramitarle una tarjeta de colectivo para que puedan trasladarse hasta allí sin costos, pero la necesidad de los chicos no entiende de esperas burocráticas. “Ella se echa la culpa de todo lo que pasó”“En este momento, más que la ayuda económica necesitamos la asistencia psicológica para los chicos. Es lo primero que necesitan”, remarcó Abigail, a la vez que aseguró que “la nena más grande está muy depresiva y la otra nena que también ha sido abusada es muy agresiva, tiene problemas en la escuela, pelea, es muy complicado. La más chiquitita dentro de todo entiende. Los chicos de 7 y 8 están bien, el bebé está re bien pero con las dos más grandes, que fueron abusadas, tenemos el problema”. El último martes, la Justicia determinó que el padrastro acusado podría entorpecer la investigación o fugarse entonces le dictó la prisión preventiva por lo que esperará detenido el juicio. “La nena de 11 años lo tomó bien pero la de 14 se siente mal porque se quedó sin la mamá y a la vez se quedó sin el padrastro. Se siente muy culpable, ella se echa la culpa de todo lo que pasó, cree que ella estaba mal”, reveló la ahora tutora. Abigail aseguró que “dice todo el tiempo que por su culpa sus hermanos se quedaron sin mamá, aunque tratemos de hablarle, explicarle, ella necesita ayuda. Esa ayuda está pero no tengo cómo llevarla. Porque si la llevo a ella tengo otros seis todavía”. Entonces, la asistencia psicológica “es lo primero y principal, después sí lo económico. Necesitamos mercadería, ropa, incluso para la nena más grande porque la mamá cuando la nena salió de la casa, le quemó todos sus útiles y su ropa. Ahora solo tiene algunas mudas que le dieron vecinos y amigos. Necesita todo, ropa de abrigo y útiles porque ella va a la escuela”, pidió. Un caso que estremeció a IguazúEl caso salió a la luz luego de que una de las niñas escapara del infierno que vivía con su padrastro y le contara todo a su hermana mayor. Esta decidió romper el silencio y denunció al efectivo de la Policía provincial, de 55 años. La joven relató parte de lo que le contó la adolescente. Dijo que era común que sometiera tanto a su pareja como a los pequeños a maltratos y agresiones físicas. Aseguró que utilizaba la pistola reglamentaria para ello. La última semana, el juez de Instrucción 3, Martín Brites, lo imputó y dejó a un paso del juicio oral por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia” en los casos de dos menores de 11 y 14 años, y por “abuso sexual simple” a una niña de 7.




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