Cuántas veces pedimos: ¡quiero que la vida me dé una oportunidad! Pero podemos Ver la oportunidad que nosotros somos para nosotros mismos? Generalmente esperamos que las soluciones mágicas lleguen desde afuera y culpamos a las circunstancias por lo que perdimos, lo que no alcanzamos, lo que pudo ser. Como víctimas de las situaciones, no hay nada que esté a nuestro alcance para modificar lo que sucede. Rehenes de nuestros pensamientos, una y otra vez tenemos acotadas las posibilidades de avanzar.Tomemos contacto con nuestras fortalezas, reconociendo que hemos llegado hasta aquí desde esta persona que somos, con aciertos y yerros, con la capacidad de elegir aprender, al hacernos cargo de nuestras acciones y de sus consecuencias.Amémonos en nuestras fragilidades y comencemos a caminar en excelencia… con lo mejor que somos y de la mejor manera en que podemos hacerlo en este momento de nuestras vidas. Tengamos Para con nosotros esa mirada cariñosa con la que le regalamos a los que amamos,una nueva oportunidad.Muchas veces, ser generosos con los otros no nos cuesta trabajo. Intentamos Entender sus motivaciones, minimizar sus faltas y aplaudir sus aciertos. En Cambio, somos duros a la hora de vernos en el espejo de nuestros logros. Aprender a permitirnos la vulnerabilidad es la llave que abre las puertas de la posibilidad. Les propongo un desafío, ¿lo aceptan? SEAMOS Nosotros la oportunidad que esperamos desde hace tanto tiempo. ¡Vamos!! Es Posible convertirnos en ese milagro que algún día soñamos ser.Colabora: María Rita NahúmMaster [email protected] 154644187





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