Los vecinos manifestaron su indignación por el mal estado en que se encuentran las calles de tierra del municipio y porque no encuentran solución a los reclamos efectuado ante las autoridades municipales. Aseguraron que son muchas las familias que utilizan estas arterias, absolutamente deterioradas. “Vivimos en la zona hace muchísimo tiempo y no podemos salir, los chicos no pueden ir a la escuela y los remises prefieren no entrar”, indicaron, y recordaron que es un problema que data de hace varios años pero que no lograron solucionar durante la gestión del intendente Félix López, que recientemente asumió su segundo mandato. “Él nos promete que va a venir a ver, que va a solucionar, pero todo queda en promesas. No podemos convencerlo. No es muy difícil arreglar pero nos da la sensación que no quiere hacerlo. No pedimos nada extraordinario, solamente que abra unas buenas cunetas y haga entoscado”, acotaron. Como si fuera poco el asfalto que ingresa desde la ruta 12 y pasa por la zona urbana del municipio hasta llegar al centro cívico, donde está emplazada la iglesia Santa Elena, la comisaria y la Escuela Nº 263, está en pésimas condiciones y colocan parches de cemento para subsanar la situación. Esos bloques se desprenden por la fuerza del agua y quedan verdaderos cráteres. “Es una vergüenza. La mayoría de la gente tiene los impuestos al día pero ni las calles arreglan”, manifestaron.También denunciaron el abandono de obras de empedrado en el barrio Ñacanguazú y de los juegos de las plazas, el avance de las malezas, la falta de alumbrado público, con el peligro que significa para los estudiantes, y la deficiencia en el servicio de Internet, que imposibilita realizar los trámites básicos.
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