El géiser de agua natural del Paraná, la cascada artificial del playón (acceso Sur) y las plazas San Martín y 9 de Julio tienen sus fuentes y aguas danzantes fuera de funcionamiento. Los dos últimos paseos (en manos de la Municipalidad) habían sido heredados en estado crítico, y ahora la comuna se plantea un plan de recuperación, “aunque es complejo en este contexto de crisis”, admitieron algunos funcionarios consultados por PRIMERA EDICIÓN. En cuanto al géiser y la cascada, la nueva administración de la EBY confirmó que no van a ser reparadas. Se trata de espacios públicos, que dan identidad a la capital provincial en relación con el desarrollo cultural, físico y de recreación de los vecinos; y que son al mismo tiempo atractivos turísticos y, como tales, traen beneficios a la ciudad. Sin embargo, pese a toda la inversión millonaria de otras épocas, hoy se las ve deslucidas. Reparación de luminariaSi bien, en el transcurso de la semana última la Municipalidad de Posadas ejecutó tareas de embellecimiento y a la vez realizó el cambio de las lámparas agotadas, ignitores, capacitores y balastos de las farolas de la Plaza 9 de Julio, con la consecuente reparación de los globos protectores del equipo que posibilita el encendido de este dispositivo; por ahora sigue en proyecto avanzar en el arreglo de sus dos fuentes y la de la plaza San Martín. “Primero trabajamos en la recuperación de la calle Paseo, con una inversión muy fuerte, para poder recuperar ese ámbito. A la par estamos luchando contra el vandalismo que existe sobre todo en la plaza 9 de Julio, asociado a la rotura de todas las luminarias, la verdad no es fácil”, admitió en diálogo con este Diario el intendente capitalino, Joaquín Losada, para quien “no sirve de nada invertir en recuperar las plazas si entre todos (por la gente) no trabajamos para cuidarlas”, indicó. “Estamos administrando una Municipalidad afectada por la crisis actual, vamos a trabajar pero con prioridades. No es fácil de resolver el problema de las agudas danzantes. Por ahora no estamos en condiciones de invertir en motores nuevos”, explicó el jefe comunal. “Cuando recibimos el Gobierno ya no funcionaban las aguas danzantes. No obstante, actualmente estamos trabajando en distintos proyectos; de hecho, hay uno que está en obra, que es la puesta en valor de la calle Paseo”, fue a su vez, la respuesta del secretario de obras públicas de la municipalidad local, Santiago Frolof.En su momento, la identificación que tuvo el posadeño (cuando estos espacios fueron inaugurados o reinaugurados), fue noticia en casi todos los medios locales, no solamente por la costosa inversión sino también la alta interacción y concurrencia para disfrutar de los novedosos atractivos. Poco a poco, quizá porque fue pasando el “suceso”, y entonces también decayó la asistencia de público, y un día… las aguas también dejaron de bailar. 9 de Julio y San Martín“Suponemos que en transcurso de estos meses estaríamos reinstalando las bombas de la plaza; hasta ahora está parado el funcionamiento de la fuente central, porque tuvimos que mandar a reparar las dos bombas. Una ya está lista y la otra, que tenía un problema más grave, sigue fuera de servicio”, detalló Frolof. “Las mayores dificultades para su funcionamiento constante de ambas plazas están dadas por los objetos que la gente arroja: desde trapos a monedas, y distintos elementos”, se explayó el funcionario.La falta de consciencia de algunos vecinos también era notoria cuando por ejemplo permitían a sus niños ingresar al agua a darse un “chapuzón”, pese al peligroso contacto que podían tener con el cableado eléctrico colocado para la iluminación nocturna de la fuente. Actitud similar se tomaba con la fuente de aguas danzantes, cuyo software fue seriamente dañado a causa del mal uso del lugar, cuya inversión para la puesta en valor fue en su momento superior a los 8 millones de pesos. Contó Frolof: “Está en proyecto instalar nuevamente la fuente, además se trabaja con el proyecto de recuperar la iluminación de la plaza 9 de Julio, al punto que ya se hizo un expediente de compra de los elementos. El problema de iluminación también se está dando en la plaza San Martín, que además hay áreas que están dañadas y bandalizadas”, lamentó. Desde la dirección de arquitectura municipal, Julián López, afirmó: “Estamos estudiando toda la problemática de la fuente de agua, que recibe un permanente mal uso que complica mucho más el complejo proceso”.“Hay un plan de recuperación de todas las fuentes de agua. Esta es una cuestión principal después de finalizados los trabajos de la calle Paseo”, enfatizó el funcionario al frente de Arquitectura municipal. Explicó López: “Se está trabajando en el embellecimiento de las plazas, evidentemente no alcanza; sin embargo hay muchas cuestiones de fondo que hacen que desluzca el funcionamiento integral de ellas y que tienen que ver con esta difícil situación que está pasando el país”. El géiser El “chorro de agua de la Costanera” fue inaugurado en el 2014, y fue un suceso para los posadeños, tanto por lo novedoso como por lo costoso. Con un presupuesto de varios millones de pesos, había sido presentado como una “obra turística” para la ciudad. Ya no funciona y desde la EBY confirmaron no será reparado.La instalación de un géiser fue realizada durante la gestión del renovador Oscar Thomas al frente de la Entidad Binacional Yacyretá, como parte de las obras complementarias a la Costanera. Catarata artificial La caída de agua artificial en el playón de la costanera (15 metros de caída de agua y 32 faros que lo iluminaban colocados en la base de la cascada) también eran parte de las obras de aguas danzantes cuyo presupuesto alcanzó 11 millones de pesos.Con un caudal de 500 mil litros para abastecerla, esta cascada era impulsada por bombas eléctricas. También están fuera de servicio hace meses. Cuestión de presupuesto“Todos estos tipos de arreglos deben ser muy bien analizados desde el punto de vista presupuestario porque estamos viviendo una situación muy difícil, que complica todo el accionar de obra y de trabajo”, señaló López en tanto acerca del delicado contexto económico y social del país.“Lo de las fuentes danzantes (de la plaza 9 de Julio) requieren un estudio a fondo porque estamos teniendo dificultades con los sofware que hacían danzar las aguas, que estaban vinculadas a un funcionamiento musical. Este tema se tiene que ver con gente de Arquitectura del Agua de Buenos Aires para ver los costos, que son altos y la verdad es que ahora estamos en un momento difícil donde hay que atender cuestiones prioritarias”, razonó el arquitecto López.





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