Pasó la euforia de los días previos y de la convocante 18º edición de la Bicicleteada Solidaria, pero el “fuego sagrado” y compromiso no se apagan en los alumnos, directivos y quienes conforman la comunidad del colegio Roque González, quienes siguen adelante para ponerle el “broche de oro” a semejante movimiento, distribuyendo ahora todo lo recaudado a diferentes instituciones sociales que más lo necesitan.La Bicicleteada fue la buena “excusa” para que el Roque González abriera una vez más las puertas a toda la comunidad para que participen en la gran movida solidaria que se realizó el pasado sábado 29 de abril. Allí, como ya es tradicional, en bicicletas, triciclos, caminando o al trote, miles de posadeños se sumaron inscribiéndose y acercando un alimento no perecedero que hoy ya empiezan a disfrutar hogares y comedores de distintos puntos de la provincia.Los paquetes de distintos productos, como leche, arroz, fideos, azúcar, aceite, pañales y muchísimos más, fueron recepcionados, luego ordenados, clasificados y acomodados en perfectos paquetes por los propios alumnos de la institución antes de ser llevados por ellos junto a los docentes, directivos e integrantes de la Comisión de Padres.“Es una tarea extra que la hacemos con mucha responsabilidad, es importante hacer esta clasificación lo más pronto posible para que llegue rápido a manos de los que más necesitan”, explicó Rubén, alumno del secundario que participó de las actividades de clasificación y ‘embolsado’ de los alimentos. DestinoEl último viernes, un grupo de niños y jóvenes, acompañados por el padre John acercaron las donaciones al Hogar Santa Teresita, a diversos comedores de Villa Cabello y a la Fundación Amanecer.El sábado el destino fue Oberá, allí otro grupo de jóvenes, junto a docentes, directivos y papás entregaron parte de los productos a los Hogares pertenecientes a la Fundación del Padre Guillermo Lyam Hayes: Hogar Santa Teresa, Espíritu Santo y Virgen de Luján, donde fueron recibidos cálidamente.“Nos genera una gran alegría recibir a la gente del Roque González, siempre son bienvenidos ellos y todos los que acercan su colaboración así sea mínima. Hay mucha gente que necesita de un plato de comida, un pañal o un abrigo, ahora que llegan los días de frío”, indicaron desde el Hogar Santa Teresa, en Oberá.Una de las empresas que siempre colabora con la Bicicleteada es el Banco Macro, que en esta oportunidad entregó un cheque simbólico por 40 mil pesos para ser canjeado exclusivamente por alimentos no perecederos, lo que sin dudas representa un gran aporte digno de imitar.En los próximos días continuará la visita de los alumnos del Roque González a diferentes Hogares de la capital provincial llevando más donaciones.





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