La vulnerabilidad y la emoción son el lenguaje del corazón. Cuando soy vulnerable, mi corazón está abierto a dar y recibir. No está protegido con la falsedad de las máscaras o el engaño. Cuando te atreves a ser vulnerable, vas más allá de tu zona de confort, entras en lo desconocido. Sueltas el control, enfrentas el miedo al rechazo y pones tu propia verdad por encima de la necesidad de complacer a los demás. La vulnerabilidad es el acto de amor a uno mismo más elevado. Haz la prueba. Tal vez descubras la belleza singular que se encuentra en las partes de ti mismo que habías aprendido a evitarPropongo una nueva clase de seguridad. En lugar de esconderte tras paredes – ya sean físicas, emocionales o tecnológicas – usa el caos externo para encontrar tu búnker interno. Encuentra ese sitio interior de fortaleza – no hablo de una fuerza que debas demostrar a otros para convencerlos de tu valía – sino de una fuerza tranquila y constante que proviene de la transparencia y la vulnerabilidad, de mostrarte tal como eres.La vulnerabilidad nos lleva a ser transparentes y de ese modo, a poder ver con claridad a través de todo, como cuando las aguas están cristalinas. Cuando nos encontramos tan llenos de defensas, de resistencias a lo que la vida nos trae, nos asemejamos a las aguas turbias, y es necesario encontrar ese lugar que con amor puede abrirse, mostrarse y brillar. No pongas un límite a lo vulnerable que puedas ser, sólo sé real y haz todo lo opuesto a lo que haces siempre. Y así tendrás un resultado opuesto, y eso es lo que quieres, no? Hemos aprendido que ser vulnerables es sinónimo de debilidad, que nos expone a ser lastimados, pero es todo lo contrario: la vulnerabilidad es un acto de valentía, que nos permite conectarnos con lo que realmente sentimos, y de esa manera transformarnos en más amor. Y sanar, abrazando nuestro ser.Yo me veía a mí misma tan desastrosa, tan necesitada, me avergonzaba tanto de mí. Siempre fui una mujer muy fuerte, controlaba todo, era muy ejecutiva, pero cuando comencé a ir adentro, pude ver en mí a esta niña con tanta necesidad, tanto abandono, tanto miedo, tanta desilusión, tanto estrés. Y pude llegar a amarla exactamente como era… y luego vivir lo que floreció de eso…: mi grandeza. Y ustedes son idénticos a mí, no hay nada diferente.Es necesario aprender a amar a ese niño interno que ha creado toda esa personalidad para proteger su fragilidad, y al abrazarlo, se transformará y se unificará en mayor abundancia de amor. No temas sentir y liberar lo que ha quedado guardado, lo que siempre negaste. Requiere mucho más esfuerzo ignorar ese llamado interno que descubrir el amor incondicional que está en ti. No lo rechaces, no lo apartes de ti, ama eso, porque es una parte tuya y no lo puedes negar.Yo me he visto, y he podido ver que no hay nada que esté mal. He visto mis celos, mi violencia, mi miedo. Cuando abracé todo lo que antes había negado ¿qué sucedió? Se transformó en amor, pues siempre había sido amor, siempre, sólo que estaba asustada y quería ser amada. Eso es lo que todos queremos en realidad, ser amados y ser el amor.Si aprendemos a abrazar cada aspecto de nosotros lo podemos transformar, y estos extremos de violencia y sufrimiento podrán disolverse y vibrar alto en la frecuencia del amor. Di sí a tu interior, di sí.ColaboraIsha JuddEstará en Asunción el 3 y 4 de Junio para compartir contigo su experiencia, para enseñarte y contestar tus inquietudes. [email protected]





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