
El Centro Naval Integrado que la Provincia tiene previsto comenzar a construir en estos meses -con fondos propios, de la Nación y con la participación del Municipio capitalino- supondrá la puesta en marcha de un ambicioso e importante plan de desarrollo de la industria naval en la región.
Si bien reúne varios sectores y actividades (habrá un astillero escuela, talleres de industria naval liviana, talleres metalúrgicos y varadero para pequeñas embarcaciones), la primera etapa consistirá en la construcción de un dique seco para continuar con el plan de reparación de los históricos ferris: el Roque Sáenz Peña y su compañero Ezequiel Ramos Mejía.
Recientemente ambos buques habían sido sometidos a un plan de salvamento que supuso volver a ponerlos a flote, pero hace falta proceder rápidamente a la reparación de los cascos que se encuentran seriamente dañados a consecuencia de haber estado sin mantenimiento por varios años. Por ahora, ambos buques (declarados Monumento Histórico Cultural y únicos de su tipo en el mundo) están bajo el control y los cuidados de la empresa Litoral Buceo, quien se encargó de las tareas para sacarlos del hundimiento seguro al que iban. No será un trabajo rápido, sin embargo se están dando pasos en ese sentido. Se calcula que en estos días se dará luz verde a las obras de construcción que estará en manos de empresas misioneras y que van a generar mano de obra para la provincia.
“El Gobernador de la provincia ha tomado la decisión de impulsar fuertemente no solo los puertos de carga sino también la industria naval, tanto para mantenimiento y reparación de embarcaciones como para la construcción”, aseveró el ministro de Industria, Luis Lichowski, consultado sobre los detalles de la obra. El funcionario explicó además que, también en una primera instancia, se dará prioridad a la industria naval liviana, lanchas, cruceros, veleros, catamaranes. Por otra parte, se construirá un astillero escuela, destinado tanto a la formación en el tema, como al trabajo de emprendedores en el tema.
“El astillero escuela ya tiene financiamiento y se va a realizar en conjunto con la Municipalidad (de Posadas) y su fin será generar la cultura de industria naval que hoy no se tiene en la provincia”, sostuvo Lichowski.
Indicó el funcionario: “Es algo que está poco difundido pero la idea es que ese espacio de astillero escuela sirva para que emprendedores que están realizando alguna actividad puedan trabajar en él y puedan difundir la actividad mediante cursos de capacitación. También va a estar ligado a talleres metalúrgicos para el trabajo de las embarcaciones que estén en el dique seco y así lo requieran”, describió.
Consultado acerca del tiempo aproximado que llevará ese proceso, Lichowski confió que “la construcción del dique no es una obra de complejidad, porque básicamente se necesita hacer un estudio del suelo, las excavaciones del orden de no más de cuatro metros en las medidas que se necesitan (28 por 100 lineales) pisos y laterales con una estructura de hormigón armado y las compuertas. Con esa estructura ya es posible empezar a trabajar aunque no se tengan talleres fijos ya que pueden ser móviles en contenedores o una estructura parecida, lo cual podría llevar cinco o seis meses, quizá siete meses y otros cuatro para tener listos los ferris”.
Presupuesto
El financiamiento para el centro naval es diverso. Una parte provendrá del presupuesto de la provincia (excavaciones, etc.) se suma un inversor privado ligado al mantenimiento de embarcaciones, que propone operar el dique seco y que va ser quien realice tareas diversas, desde la construcción de las compuertas (hay que hacer un trabajo de acceso al lugar; profundización del canal de navegación hasta ese punto, establecer un puente grúa, poner equipamiento especial y demás).
Por último, para su ejecución en general habría posibilidades de lograr un financiamiento del Ministerio de Producción de la Nación. En ese sentido el ministro Lichowski aseguró: “Estamos negociando con Nación un aporte para el conjunto del sector naval. Va a llegar una linea de financiación de apropiación colectiva para el financiamiento de una serie de talleres de uso público que no serian para una empresa sino para las empresas del sector, lo que podríamos denominar “clúster”, que es un grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial y que colaboran estratégicamente para beneficios comunes”.





