Hola queridos amigos. Hoy continuaré desenmascarando al maligno al ir develando sus herramientas. Recuerdan la semana pasada dijimos de como actuaba en nosotros a través del miedo y hoy hablaré de la duda. La duda es la espina oculta que siempre punza cuando la certeza despunta sin dejarla que aflore. Es el aguijón que pincha nuestras mejores ilusiones, nuestros más inspirados aciertos, nuestros más elevados pensamientos sin permitir que éstos se materialicen. Sembrar la duda en la reputación de una persona, es peor que decir de ella las más grandes calamidades, porque éstas últimas pueden correr por cuenta de quien las dice, mientras que la duda penetra en el pensamiento de los ocasionales oyentes, pues no actúa de forma directa y al entrar en el pensamiento del otro, éste decide, dice y actúa basándose en la duda creyendo que es su propio pensamiento. O sea, no muestra la cara y se mete en aquel en el cual su veneno hizo efecto. Es por esto que Jesús le dice a Pedro: "Retírate de mí Satanás", cuando éste quiso reconvenirlo al haber dejado entrar en él, un pensamiento del maligno. La duda es el veneno inoculado en la mente del ser humano por el maligno para no permitirle crecer y llegar así a la certeza de saber quién Él es. El mal no existeen sí mismoEl mal no existe en sí mismo, no tiene entidad, se manifiesta a través del hombre para hacer su maldad. Él es quien le da la fuerza, o no,pues para hacer necesita de sus manos, así como de su lengua o su mentePara que por él hable o piense. Siempre es el hombre quien decide,pues el mal sistemáticamente lo persigue, ya que sólo puede persuadir, instigar, tentar, pero no por él actuar. La real y completa misión de Cristo en la tierra fue la de mostrar al hombre, siendo Él "como hijo de hombre", todas las capacidades que éste posee para llegar a Ser, y cuando esta maravilla se dé, se dará cumplimiento a una de sus mayores predicciones: "Ustedes podrán hacer cosas mayores aún". Dios no envió a Jesús al mundo para que una sola generación aprenda; el Padre no concibe el tiempo en términos humanos y la gran misión de Cristo no duró el lapso de Su vida terrena. Su gran misión fue mostrar al hombre de todos los tiempos sus posibilidades y cómo andar por el sendero de la verdad, cómo caminar sobre las aguas para que el miedo no se apodere del hombre y le ocurra lo que a Pedro, que al dudar de su capacidad se hundió, por lo que Jesús lo reprendió diciendo: "Hombre de poca fe, por qué has dudado?"No dejen que Jesús los reprenda, no vacilen, tengan la certeza y comprendan "Quienes Son". No deben permitir que la venida de Jesús haya sido en vano; en ustedes está que Su gran misión se cumpla. "Tú crees porque ves, felices aquellos que sin ver creen", dijo a Tomás, y esos felices a quienes Él se refería eran ustedes, en quiénes Su misión se continúa y en quienes Su espíritu se manifiesta y a quienes sigue enseñando en cada corazón. La feLa fe como proceso mental del creer, es un triste intento del ego por poseerla certeza que sólo viene del corazón y nunca puede dártela la razón. La fe es el saber con el corazón que hijo del Padre Eres, que Eres la divinidad misma y al cielo perteneces. Ese reconocerte a ti mismo como parte de Él y Su Creación, es un saber que Dios te otorga al converger en Unión. Unión ésta que únicamente se logra en el silencio del almaque ha trabajado hasta conseguir su calma. Recién allí la fe se convierte en poder, incluso para derrotar al mal en su quehacer. Cuando el hombre se reconoce a sí mismo como el Ser divino que es, comienza la magia a manifestarse en su día a día, pues solo a se ha permitido creer en el cielo, invisible a sus ojos, y con ello hacer que éste se manifieste en la tierra. Hasta la semana que viene mis mágicos amigos. GracieColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora





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