Al menos 50 familias viven en la casi eterna oscuridad cerrada de la noche, excepto cuando la luna llena ilumina el camino. Hace tanto tiempo que las pocas luminarias que tenían dejaron de funcionar que los vecinos ya ni recuerdan cuándo fue la última vez que no tuvieron que salir a tientas de sus casas. Precisamente, las familias descendientes de quien fuera el fundador del pueblo tienen sus casas frente a la calle principal, la que antaño fue la primera ruta, y ni siquiera allí cuentan con luz.PRIMERA EDICIÓN constató la falta total de iluminación en un lugar donde también funciona el reconocido hogar de niños Padre Antonio Sepp, una gran casa que actualmente alberga a 20 varones y que deben quedar no solo lejos de todo sino también en plena oscuridad. “Nadie quiere salir de noche, acá es terrible cuando no tenemos luna llena, que es la única que alumbra el camino, después es la oscuridad más absoluta que no ves ni tus pies”, aseguró Daniel Miranda, uno de los vecinos. Mientras otro de ellos que tiene una chacra en la zona remarcó que “siempre les decimos a los muchachos de Emsa que nos solucionen el problema, les pedimos de todas las formas posibles pero no pasa nada. Dicen que se habían quemado las luminarias, que ya van a reparar, pero pasan los meses y no sabemos si ya hace un año, lo cierto es que seguimos a oscuras”. Cabe destacar que Parada Leis depende del municipio de Garupá, desde donde se canalizan los reclamos entre los que se incluyen el arreglo de los caminos, soñando incluso con tener asfaltado el corto trayecto desde la ruta hasta el corazón del caserío, de la escuela y el hogar de niños. En este grave problema también está en juego la seguridad y mantenimiento de la Escuela Provincial 631, un establecimiento educativo que es responsabilidad de la Provincia. Los hombres hablan, pero quienes más miedo tienen son las mujeres, que temen salir al atardecer y mucho más entrada la noche. Una de ellas afirmó: “No queremos salir de casa, acá es tierra de nadie, ni destacamento dejaron en pie, está todo desmantelado y realizan movimientos dudosos cuando pasa el tren a altas horas. Necesitamos urgente porque acá hay personas mayores y muchos niños, ojalá todo se solucione y se dignen a atendernos”. Nada más falta poder de decisión para realizar la compra de varias luminarias más con sus correspondientes focos y colocarlas, tan simple como esa tarea para llevar calidad de vida a una población que cada vez está más alejada de los avances.




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