Nuevamente la inseguridad vuelve a preocupar a esta comunidad y lo vuelve a hacer en un sector recurrente y muy golpeado desde hace varios años: la colonia. Acorralado por los robos que no cesan, un vecino considera la posibilidad de abandonar la chacra en la que vivieron sus padres y abuelos. Asegura que le robaron siete vacas en tres meses. Se trata de Norberto Herrmann (63), quien vive en una zona de la colonia de esta localidad llamada Línea A Terrada, a unos 4 kilómetros de la zona urbana, a poca distancia del Parque Vortisch donde se realiza la Fiesta de la Orquídea. Aunque es la tierra donde vivió toda la vida, considera mudarse a la ciudad por miedo a la creciente inseguridad. En diciembre sufrió un asalto en su domicilio por parte de tres encapuchados y le robaron dinero, pero también le causaron muchas lesiones físicas de consideración en las costillas y la cabeza. Luego de eso su madre ya anciana y su hijo se mudaron a la ciudad. Según el hombre, desde enero a la fecha ya le robaron 7 vacas, y en los últimos 10 años, más de 40. Hace poco más de un año, durante los meses de verano de 2016, un grupo de vecinos autoconvocados generaron una serie de asambleas por esta misma problemática, sin embargo, a pesar de las medidas implementadas, para estos vecinos las soluciones no llegan y las pérdidas son muy grandes. Así describió lo que está viviendo a PRIMERA EDICIÓN: “Durante los primeros robos no hicimos nada, pero después nos aconsejaron que hagamos la denuncia para tener como constancia y así lo hicimos, ahora tengo una pila de constancias que no me sirven para nada. Llegamos a encontrarnos con los ladrones en la chacra cuando llevaban animales, tuvimos la suerte que no estuvieran armados pero hasta eso nos pasó y no pudimos hacer nada”, contó.Cambiar las cosasSobre las posibles soluciones, opinó: “Lo que necesitamos es una ley que nos apoye, porque ni la policía puede hacer mucho porque el juez los larga el otro día. Los agarraron llevando el ganado, los agarraron con la carne, en todas las formas, pero enseguida salen porque la ley no es firme”, explicó.Las noches de luna llena son las predilectas de los delincuentes, al igual que cuando llueve o hay tormenta, esos días se provecha. Los colonos suelen recorrer sus campos por las noches, pero no siempre pueden, además de que tienen miedo por su propia seguridad ya que en el caso de Norberto, ya fue víctima de un asalto en su domicilio, y además, permanentemente también le roban herramientas y demás objetos de los galpones.Ya nadie quiere tener animales“Estamos muy pichados, si tengo que vender todo voy a vender, los animales ya vendí, pero no quiero mudarme porque acá viví toda mi vida, y acá vivieron mis padres y mis abuelos y no es justo que pase esto. No quisiera mudarme, pero si no me queda otra lo tendré que hacer y varios vecinos están pensando lo mismo, porque animales ya nadie quiere tener por esta zona”, detalló.El caso de este colono no es aislado, todas las familias de la zona ya habrían vendido todos sus animales cansados de los robos, y aunque la angustia es el sentimiento que invade a estas familias trabajadoras, no pierden las esperanzas de que el Estado al fin pueda darles una respuesta a su reclamo por mayor seguridad.





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