¡Hola queridos amigos!Cuando hablamos de la importancia de la paz, mencionamos la necesidad de extirpar de nosotros los sentimientos-pensamientos negativos que fueron adquiridos por nuestra personalidad en el transcurso de la vida, por la cultura, la religión o heredados de la familia, etc. Todos estos conforman una creencia que se arraiga en el inconsciente, formando parte de esa programación, que al no ser "consciente", dirige nuestros actos sin que nos demos cuenta de ello. Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús: "¿Quién sois?", no responde él definiéndose a sí mismo por su nombre o procedencia, ni tampoco como hijo de Dios, cosa que éstos buscaban escuchar para poderlo atrapar, sino que su respuesta fue otra de sus genialidades, pues simplemente dijo: "Soy mis obras", con lo cual no sólo se desprende del personaje histórico evitando además su condenación, sino que, muchísimo mas importante que ello es la enseñanza oculta que nos dejó para nosotros, hoy que estamos preparados, tras conseguir una "mente clara" (tema ya desarrollado), para comprender lo que significa: Ser mis obras. Si mis obras me definen, entonces, ¿qué son mis obras? Si dejamos en claro que las obras es aquello que trasciende al ser humano, cabría preguntarse: ¿Por qué? Porque mis obras o actos son la precipitación en esta tercera dimensión física, del conjunto de mis pensamientos y sentimientos que son no físicos. Ellas atestiguan por sí solas lo que Yo Soy, constituyéndose en mi esencia. Lo que en realidad atestigua es lo que estoy siendo en ese momento, ya que este mundo es un planeta escuela al que he venido a aprender de mis errores, por lo que iré mejorando mis actos, por lo tanto también lo haré como persona y esto así de sencillo es evolucionar conscientemente. Esa es la maravilla del ser humano por Dios creado, que a través del ejemplo que nos han dejado los maestros por Él enviados, pueda por su voluntad y decisión, tratar de emular su accionar y con ello evolucionar, y esta evolución es consciente cuando hago consciente, valga la redundancia, mis errores; que si por desidia o lo que fuere, así no lo hiciere, no estaría permitiendo a mi alma a cumplir su propósito de evolucionar, perdiendo la gran oportunidad que la vida nos da. De allí que desarrollaré un sentimiento que podría decir que es el rey de la negatividad: el miedo. Tan es así, que grandes culturas de la antigüedad no definían como hoy la dualidad en que vive el hombre entre el bien y el mal, sino entre el bien y el miedo. El miedo es un sentimiento que de Dios no viene. Es una de las armas más eficaces con que cuenta el maligno para influir en el ser humano hasta lograr sus fines. Por miedo hemos sido mucho tiempo dominados , como pueblos oprimidos por otros pueblos, el hombre por sobre el hombre. Por generaciones nos han inculcado el temor a Dios, cuando de Él nada malo puede venir y sí todo lo bueno. Seamos temerosos, mas bien, de nuestros actos, que si son malos, nada bueno nos acarrearán. Cuidemos nuestros pensamientos, no sea cosa que materialicemos en nosotros lo que mas tememos. Sabiendo de quién viene, entonces, al miedo hay que enfrentarlo, hay que "torearlo".Debe el hombre confrontarse con sus propios miedos. Llega él hoy hasta el pánico, mecanismo de la mente que se desencadena en forma involuntaria apareciendo los síntomas que el individuo mas aborrece, hasta sentirse morir. Una vez vi una documental como trataban a una persona con aracnofobia. Con el correr del tratamiento, iban acercando a la persona al objeto fobígeno (de su temor) y cuando comenzaban a sentir los clásicos síntomas de un ataque de pánico, como ser falta de aire, palpitaciones, visión borrosa, mareos, etc.; retiraban el estímulo y le provocaban un estornudo. Lo que queda claro con esta experiencia, es la estrecha relación entre la función mental y la función respiratoria ya que el primer síntoma es la falta de aire y es el estornudo el que puede parar el proceso. Por lo tanto, les sugiero que observen su respiración y cómo cambia según sea la situación que atraviesen. Aprendan a manejarla y manejarán su mente. Si nuestra esencia, dijimos, son nuestros sentimientos y pensamientos, siendo q estos son la función del corazón y la mente y a esta última hemos visto su íntima relación con la respiración y siguiendo este camino de relación, recuerdo la palabra griega: neuma, que significa tanto: "aliento de vida" como espíritu. Qué interesante que el espíritu individual o alma, entre al cuerpo con "el primer aliento de vida" y el bebé "cobra vida" y que sea con "el último soplo de vida" que el alma se vaya de él, volviendo a ser un cuerpo inerte. ¡Guau! A qué maravillosa conclusión hemos llegado por este camino, al observar cómo ese espíritu inteligente traducido en un aliento, ingresa a un cuerpito humano para que éste cobre vida por un tiempo. Dicho tiempo, en ti, es el que tu alma, en estado de espíritu, antes de tomar tu cuerpo ha estipulado que vivas y que con tu inteligencia y comprensión acrecentada en el camino de tu autoconocimiento,iras decidiendo, por tu libre albedrío, cómo vivirás ese tiempo que te dure el aliento. Queridos amigos, espero haber "alentado" con mis palabras, que son mi esencia,(las palabras también son la precipitación de los pensamientos y sentimientos) a ocupar mejor los que les dure su "aliento", o sea q espero que mi esencia haya tenido el poder de llegar a su esencia, y los dejo hasta la próxima para que destraben este trabalenguas. Gracie.ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora





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