Los hechos se registran a plena luz del día y las presas más fáciles son las mujeres, los niños, ancianos y jóvenes que salen a tomar el colectivo para ir a la universidad. Confiaron que los agresores “ya no tienen miramientos con nadie y vergüenza de nada, los corren y vuelven atacar a los diez minutos”. Y es por eso que decidieron hacer “este corte porque quizás así algún funcionario se apiade de nosotros y vea de que manera se puede resolver esta situación tan penosa”.Marta Posdeley indicó que ya se hace imposible tomar un mate en la vereda, esperar el colectivo o cruzar la avenida para hacer las compras. “Constantemente hay tres o cuatro chicos que están identificados, la policía sabe bien quienes son. Las autoridades los detienen en el momento que requerimos su presencia pero como son menores entran por una puerta y salen por otra".





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