Silvia, cantante de profesión y madre de una hija adolescente, residía en Miami y había viajado especialmente a Bogotá para realizarse una lipoescultura con el cirujano Rafael Redondo. Aún no está claro qué es exactamente lo que derivó en el peor desenlace.Sin embargo, se cree que no era la primera vez que elegía a ese profesional para una intervención estética, ya que días antes de su muerte, en su cuenta de Instagram compartió una foto muy amigable junto al cirujano y escribió: "Love my doctor. Fábrica de princesas".Según su entorno, Silvia estaba obsesionada con su imagen e invertía mucho tiempo y dinero en tratamientos y operaciones. De hecho, en las últimas fotos publicadas se la notaba diferente, con el rostro terso y los ojos afinados.Recordemos, la cantante tomó notoriedad en los medios argentinos cuando su hermano, Fabián Rodríguez, entonces marido de Nazarena Vélez, decidió quitarse la vida, en marzo de 2014.Fuente: TN





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