La ciudad de Venecia siempre se caracterizó por sus canales y sus góndolas envueltas de una arquitectura y cultura renacentista admirada en el mundo, hasta Napoleón la definió como “El salón más bello de Europa”. Pero otra de las joyas de esta ciudad italiana son sus carnavales, considerados la fiesta más importante de la península itálica y como punto de encuentro en el viejo continente.Es así que Natalia Pino, psicóloga que se desempeña en la Línea 137, viajó a Europa por razones de trabajo junto a su esposo el chef Julio Salina, que representó a Misiones y el litoral en el encuentro culinario mundial "Madrid Fusión", y contó a PRIMERA EDICIÓN en primera persona la experiencia de disfrutar de uno de los carnavales más imponentes del mundo. “Estuve trabajando en España y mi marido participó del encuentro culinario de Madrid Fusión, en España, después fuimos a la ciudad italiana de Padua a trabajar y pasamos el fin de semana en Venecia”, explicó. La profesional contó que al bajarse de la estación veneciana el visitante, no solo se encuentra con la imponente arquitectura de la ciudad, sino con lo que representa el clima festivo de los carnavales, incluso en los hoteles se alquilan trajes de la época del renacimiento y reservas para celebrar en bailes que realizan los mismos hoteles “cuando llegas a Venecia, todas las personas llevan puesta una máscara, es como obligación llevar puesta una mascara o un antifaz”. Pero la celebración que da inicio a los carnavales se en la Plaza de San Marcos con la apertura del baile del Ángel, representada por una figura que desciende desde la catedral hasta la plaza. Es en ese momento, Venecia se transforma en uno carnaval más convocantes del mundo incluyendo sus islas Burano, Murano y Trocello quienes encierran una rica historia y realizan sus propios festejo. Detenida en el tiempoEn épocas de carnaval, la ciudad veneciana se transforma en un gran baile y desfiles de máscaras, donde el visitante puede divertirse observando las competencias de góndolas y disfrutar de la música de la época renacentista de las orquestas que se forman y las melodías de los violines transportan al visitante a otro siglo. “Venecia tiene ese paisaje como si estuviera detenida en el tiempo y si a esto se le suman los bailes típicos, es como estar en esa época, las niñas con traje de época y sus paraguas para el sol, es volver al pasado” definió. Por otra parte, disfrutar de los espectáculos y otras actividades resulta casi gratuito para el turista que llega a pasar el día. La experta agregó que los hoteles mantienen sus precios para esa época y que la llegada de visitantes se triplica a comparación de otra época del año “fue una experiencia maravillosa, además uno no puede dejar de participar, si no te pones una máscara, te sentís diferente al resto, es como una sensación que obliga de una manera a participar y divertirse”. Estilos distintos A diferencia de los carnavales en nuestra región, la psicóloga comentó que participó de los carnavales correntinos durante diez años y lo que vivió en Italia es totalmente diferentes a lo que disfrutamos en la región “me parece que los carnavales en el viejo continente son más familiares comparados a los carnavales latinos como los nuestros. Aquellos son más elegantes, por más que tengamos carnavales bellísimos, sobre todo son más elegantes en lo que se refiere a despliegue de vestuarios, la calidad de las telas con mucho terciopelo, brocato, bordados en hilos dorados, pelucas y las bandas de música que participan con un estilo de época de muchos violines”, finalizó. Fotos: Gentileza N.Pino





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