Tres delincuentes fuertemente armados sembraron el terror tras frenar a los tiros el recorrido de un colectivo misionero que viajaba rumbo a Río de Janeiro con 17 pasajeros, el sábado de madrugada en el estado de Paraná, a casi 500 kilómetros de la Triple Frontera.Ninguno de los pasajeros sufrió lesiones, según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN en base a consultas con la Policía Militar, aunque terminaron prácticamente “con lo puesto” después de que los malvivientes huyeran con dinero, teléfonos celulares, joyas y hasta documentos. En ese sentido, el Consulado argentino en Curitiba trabajaba anoche con el fin de facilitar el regreso de las víctimas -hasta anoche no se informó si había misioneros entre los pasajeros- al país.El episodio tuvo lugar alrededor de la 1 de ayer cerca de la estación de peaje de Arapongas, sobre la ruta nacional BR-369, a 470 kilómetros de Foz de Iguazú, por donde circulaba el interno 1.098 de la empresa de capitales misioneros Crucero del Norte. El ómnibus había salido desde Buenos Aires el jueves a la noche y, tras pasar por la central de la firma, el viernes por la mañana en Garupá, continuaba viaje con destino a Río. “El conductor declaró que al pasar el peaje, un automóvil Volkswagen Golf gris se acercó al ómnibus y sus ocupantes, armados con pistolas, comenzaron a disparar y le pidieron que se detuviera. Enseguida tres individuos armados, encapuchados y con chalecos antibala entraron al colectivo y anunciaron que se trataba de un robo”, explicaron desde la Policía Militar de Paraná, con base en la localidad de Bom Sucesso, al sitio digital “Berimbau Noticias”.Siempre al decir del conductor, que sería misionero, entonces uno de los maleantes regresó al Golf, mientras que los otros dos siguieron en el ómnibus y lo obligaron a dirigir por la ruta provincial PR-546 mientras el otro asaltante los seguía en el vehículo.La peor parte de la pesadilla tuvo lugar cuando el colectivo misionero llegó a la localidad de Bom Sucesso, emplazada a unos 70 kilómetros de donde todo comenzó. Fueron minutos de terror en los que los malvivientes encañonaron al chofer, su compañero y a los 17 pasajeros que viajaban para que entregaran sus pertenencias.En Bom Sucesso, los ladrones exigieron al colectivero que desviara hacia un camino rural terrado. No obstante, ante el temor de que pudiera suceder lo peor, el chofer se negó a esa petición. Entonces, le exigieron que detuviese la marcha en la banquina. Allí mismo se bajaron, regresaron al Golf y escaparon a toda velocidad hasta perderse en la oscuridad de la noche, en dirección a la localidad de Itambé, a 30 kilómetros de donde todo terminó.Un total de 17 pasajeros fueron víctimas de los forajidos, que escaparon con dinero en efectivo, teléfonos celulares, relojes, joyas y hasta los documentos personales. Según informaciones de la Policía Militar, en diálogo con este Diario, hasta anoche no había detenidos por el violento episodio.





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