El progreso siempre es bien recibido, pero a Elena González, le salió muy caro porque como consecuencia del empedrado de su calle se derrumbó su humilde casita y ahora la Municipalidad se niega a brindarle ayuda. La mujer vive sobre la calle Brasil al 237, a pocos metros de la tradicional capilla San Miguel de esta localidad, y según contó a PRIMERA EDICIÓN, con la construcción del empedrado se elevó demasiado la calle lo que causó que su casita de madera sea arrastrada por el agua de la lluvia. “Mi casa era de madera pero muy bien hecha, hasta que la Municipalidad hizo el empedrado frente a mi casa elevando la altura de la calle por lo menos un metro, generando una caída muy pronunciada de agua de lluvia que fue golpeando la casa hasta que la derrumbó”, contó.Y agregó: “Acá es una catarata cada vez que llueve, al principio no nos dimos cuenta que empezó a empujar la casa hasta que se cayó y finalmente no pudimos hacer nada, se derrumbó totalmente solo quedó ese pedacito que se ve, esa piecita, el resto se cayó y me tuve que venir a vivir a la casa de mi hijo”, explicó.Elena tiene muchos problemas de salud, es diabética y sufre de problemas de columna y cadera, además, sufrió varias caídas porque el lugar donde vive con su hijo está en un terreno con muchos desniveles y cuando va al baño, que queda afuera de la vivienda, por sus problemas para caminar, se cayó varias veces fracturándose la pierna y el brazo.Desde que la casa se derrumbó ya pasaron dos años, pero la mujer tenía esperanzas de que la Municipalidad le construya una nueva como le había prometido el Intendente. “Cuando la casita se cayó, Iprodha me dio una casa del Programa Mejor Vivir, vinieron y estaban por empezar a construir. Pero me pidieron que hable con la Municipalidad para que rellenen un poco el terreno. Ahí me fui a hablar con el intendente Federico Neis y él me dijo que no me preocupe que ellos me iban a hacer una casa mejor y más grande, que renuncie nomás al Mejor Vivir. Entonces yo le creí al Intendente y hablé con la gente de Posadas y renuncié, firmé un papel que no quería la casa. Después de eso nunca más tuve respuestas del Intendente, solamente promesas, me fui varias veces a la Municipalidad a hablar con él y la última vez me hizo esperar seis horas hasta que me atendió, y yo ya no puedo moverme por mis propios medios porque tengo muchos problemas de salud. Siempre me dijo que ya estaban por hacerme la casa, pero ya pasaron dos años y no me hicieron, solamente me mintieron”, explicó. Elena es una reconocida artesana de la localidad que trabajó para la Municipalidad sin cobrar dando clases gratis de artesanías por más de 15 años. Pero la mujer no reclama nada por ese servicio, aunque se siente muy ofendida luego de haber dado tanto de forma voluntaria y ahora no recibir ninguna respuesta cuando está en una situación de tanta necesidad. “A mí lo que me duele es que me mientan, porque el Intendente las veces que hablé con él no me dijo que no me iba a hacer la casa, no me dijo que no podía o que no tenía, siempre me dijo que me iba a hacer, que ya tenía y que solo faltaba armar, pero me mintió todo el tiempo, yo pensaba que era un señor, una persona respetable pero ahora veo que todo lo que me decía la gente, que no le crea, que no renuncia a la casa de Iprodha porque el Intendente me estaba mintiendo y que no me iba a hacer nada, era cierto, yo no le creía a la gente eso, no pensaba que un Intendente me iba a mentir así”, dijo la mujer. Finalmente pidió: “Yo ya no espero nada del intendente Neis, no le pido nada a la Municipalidad, solamente quiero que me gestionen lo que me hizo perder de Iprodha, porque necesito, no tengo donde vivir y lo poco que tenía lo perdí por su culpa; necesito que alguien me ayude”, finalizó.





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