Las actitudes de las nenas habían cambiado. Sus padres las notaron asustadas, quejándose de dolores en la cabeza, piernas y brazos. Tenían rasguños y golpes. “La niñera contestaba siempre lo mismo. ‘Se cayeron jugando’ o ‘se lastiman entre ellas’”, manifestó Guillermo Martínez, abuelo de las niñas de 1 y 2 años.Pero la incertidumbre y la desconfianza fue creciendo. Hasta que la pareja decidió poner cámaras en la vivienda, ubicada en barrio Los Trabajadores de Puerto Iguazú. Ese fue el inicio para develar una historia de maltratos y violencia desmedida. “Al ver a las nenas con actitudes tan raras mi hija le dijo a su esposo ‘vamos a poner las cámaras’. Porque si uno les tocaba el pelito ellas lloraban, decían que les dolía. Tenían golpes”, detalló Martínez a PRIMERA EDICIÓN.De acuerdo al hombre, la mañana del martes 24 de enero se instalaron las filmadoras en distintos puntos de la casa. Pasaron unos ocho días hasta que revisaron las grabaciones. Fue la noche del lunes 30 cuando se encontraron con lo peor. “Ellos vieron como la chica las golpeaba y de inmediato hicieron la denuncia. El video muestra que le pega una cachetada con la mano abierta, la agarra del pelo y la tira al suelo. Después mi nieta se acuesta en el sofá. Le pegaba con la mano en la cara”, describió indignado el abuelo.Sin embargo, no fue solo eso, sino que además descubrieron que las nenas no eran alimentadas. “La jovencita trabajaba en casa de mi hija por la tarde y no les daba de comer como corresponde. La nenas perdieron mucho peso y eso también nos llamaba la atención”.Ante los hechos, la madre de las pequeñas, una mujer de 31 años, se presentó en la Comisaría de la Mujer y realizó la acusación formal contra la muchacha de 18 años. De inmediato se inició la investigación caratulada, hasta el momento, como “lesiones leves”.“No les haría daño”Después de la denuncia, la niñera de 18 años intentó disculparse con la familia. Les envió mensajes de textos y de audio vía Whatsapp, archivos a los cuales este medio accedió. En ellos intentaba negar los hechos. Sin embargo, las imágenes son claras y hablan por sí solas. Incluso la madre de la niñera manifestó sus disculpas. “Se comunicó y dijo que estaba dolida con lo que hizo la hija. Pero ese no es el caso, lo que hizo, ya lo hizo”, dijo Martínez al respecto.La acusada fue detenida el martes por la tarde y trasladada a la dependencia policial. “Nosotros lo único que pedimos es justicia y que esta chica pague por lo que hizo, que la dejen presa por un tiempo para que entienda que no debe lastimar a los hijos ajenos. Nosotros le dimos un trabajo, confiamos en ella y lastimó a nuestra familia”, precisó Martínez, quien agregó que “desgraciadamente toda la familia está destrozada, somos una familia cariñosa que nos tratamos con amor y respeto. Pero aparece todo esto y te deja mal. Genera impotencia, es muy doloroso”. La vecina de enfrente El abuelo de las niñas contó que la niñera fue contratada cuatro meses atrás, para que cuide a las niñas por la tarde. Es que en ese horario, entre las 16 y 22, su hija y su yerno, ella peluquera y el taxista, trabajan. “Necesitaban alguien de confianza y la chica se mostraba responsable, es una joven que vive frente a la casa de mi hija. Ella mostraba ser una cosa y al final resultó ser otra. Entonces llega a la casa porque es la vecina que aparentaba ser una buena chica y sabía cuidar niños, por eso la contratan”. Ante el lamentable hecho que les toco vivir, Martínez alertó a los padres: “Les pido a todos los padres que miren bien con quién van a dejar a sus hijos, porque duele mucho ver cómo los golpean cuando uno no está, es terrible. Cuiden a sus hijos, pongan a gente responsable, no tengo palabra para decir nada más”."Las cámaras eran para ayudarla"Patricia, madre de las menores víctimas del presunto maltrato de la niñera, expresó ayer al multimedios “CVI Noticias” de Puerto Iguazú: “Ella (la imputada) estuvo trabajando tres meses con nosotros, era cariñosa y terminó siendo agresiva, realmente no puedo creer lo que hizo”. Afirmó que la joven sospechosa es su vecina y que estaba al tanto que en la casa había cámaras de seguridad. “Me recriminó que lo hacíamos porque no le teníamos confianza. Entonces recuerdo haberle dicho que en realidad era para ayudarla, para que vigilara a las niñas cuando tenía que moverse a otro lugar de la casa”.“Cuando empezamos a ver el cambio en la nenas, nos preocupamos, decidimos poner las cámaras. Las imágenes las vi apenas un ratito, no pude ver más, no sé qué le pasa por la cabeza a esta chica para hacerle esto a las nenas, no se habrá dado cuenta porque estaba tan emocionada con el celular”.Patricia instó además “a que los padres tengan cuidado con los niños, pongan cámaras y revisen a sus hijos”.





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