Efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía provincial trasladaron ayer a esta capital desde la localidad correntina de Ituzaingó a Manuel Rivero de 52 años, capturado 72 horas antes tras se descubierto escondido entre malezas en un campo de Villa Olivari.A las 15.20 arribó el acusado -de balear en diciembre a su exesposa, Eliza de Souza de 47 años- en medio de un amplio operativo de seguridad hasta ser alojado por decisión del juez de Instrucción 7, Carlos Giménez, en una celda individual de la Unidad Penal VI de Miguel Lanús.El procedimiento finalizó a las 15.20 y se comunicó que el sospechoso, que se fugó el 26 de diciembre de la comisaría Octava de Posadas, se encuentra en buenas condiciones de salud y será monitoreado durante las 24 horas por profesionales del Servicio Penitenciario Provincial en la celda asignada para evitar cualquier circunstancia en que pueda atentar contra su vida.Un mes prófugoCon la concreción del traslado se puso fin a los poco más de treinta días de incertidumbre que reinaron tras su cinematográfica fuga de la seccional del sur posadeño.En este período se tejieron múltiples hipótesis del destino que habría escogido Rivero. Muchas voces de testigos aseguraban haberlo visto por varios barrios posadeños, lo que ponía en mayor alerta a quienes custodiaban a De Souza mientras evolucionaba de las heridas de bala.El miércoles 14 de diciembre, alrededor de las 8, De Souza fue sorprendida por su expareja, con el que tiene diez hijos, quien le disparó al menos cuatro veces cerca de una parada de colectivos de la esquina de las calles Avellaneda y 156 A, en el barrio San Marcos.La mujer por milagro eludió a la muerte, mientras que Rivero fue detenido horas más tarde cerca del arroyo El Zaimán. Sin embargo, el lunes 26 de diciembre, cerca de las 6.30, efectivos de la comisaría seccional Octava descubrieron que había escapado de la celda donde permanecía detenido tras limar dos barrotes y romper un tejido que lo llevó hacia la libertad por medio de los techos de la dependencia.Pero esta no fue la primera fuga para el presunto agresor. En noviembre de 2016 también había sido detenido por circular con una escopeta cuando conducía una motocicleta. Esta vez la seccional de la que escapó, aprovechando un presunto descuido de los guardias, fue la Decimoctava.Durante sus últimas días de prófugo, Rivero habría cometido un robo en una estancia de Villa Olivari. Con esta sospecha y la versión que un familiar le estaba acercando comida en un remís a esta misma zona correntina, se montó un rastrillaje que permitió descubrir el lugar de escondite, en medo de un campo y cubierto por malezas.





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