En la mayoría de los locales comerciales de distintas ciudades de Misiones, son pocos los que respetan los precios de vidriera al momento de una compra con la tarjeta de débito, al asegurarse un recargo (entre un cinco y un diez por ciento más) cuando no se aclara tal situación en la exhibición pública.Con las tarjetas de crédito, muchos ponen un recargo de hasta el 30%, siempre de acuerdo con la cantidad de cuotas con las que se va a financiar la compra con el plástico.Así, se distorsionan las promociones que resaltan el “cero interés”, porque sí existe ese adicional que termina incrementando los precios al consumidor. Al menos con la medida que promete salir esta semana, los clientes de los comercios podrán saber de antemano cuánto les costará la mercadería de acuerdo a la financiación que elijan, sin llevarse sorpresas al momento de firmar los cupones o entregar las tarjetas para las transacciones.Un ejemplo claro se suele dar en las promociones como el Black Friday donde no se especifican previamente las diferencias entre abonar en efectivo o con alguna tarjeta.Si hacemos un poco de memoria, la Ley 25.065 de Tarjetas de Crédito es la que regula las transacciones con plásticos. Sin embargo, muchas veces, los argumentos de los comerciantes superan a la legislación con excusas como “el banco demora en pagarle” o que le “resta un porcentaje”.El tema de las tasas que aplican las entidades financieras a los comercios está precisamente siendo debatida en el Congreso nacional.Es hora de transparentar la relación comercial y, con controles y fiscalización, puede ser una buena oportunidad.





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