La audacia de los delincuentes supera muchas veces cualquier tipo de ingenio. En Leandro N. Alem, los ladrones no se robaron ni electrodomésticos ni dinero: quizás con el objetivo de despedir a un deudo, se alzaron insólitamente con un sepulcro de hormigón armado de una fábrica especializada. Increíble pero real.PRIMERA?EDICIÓN pudo saber que el hecho fue descubierto alrededor de las 9:25 del miércoles por el fabricante de estructuras, un comerciante de 56 años domiciliado en el kilómetro 40 de la ruta provincial 4, a unos cuatro kilómetros de Alem, en dirección a San Javier.El artista realiza sus labores desde hace varios años y, como es costumbre, suele dejar las pesadas estructuras en el frente de su taller, justamente en razón de que por su peso son difíciles de trasladar sin contar con organización y logística.Sin embargo, el miércoles cuando despertó confirmó que todo puede pasar. Al hacer una recorrida para verificar la producción, descubrió que desconocidos se habían llevado un sepulcro con base de casi dos metros por uno de ancho, con cuerpo de 1.77 metros por 0.77. El peso no pudo ser precisado, aunque sabido es que es necesaria al menos la fuerza de seis hombres para mover la estructura.Ante la insólita situación, el comerciante dio rápido aviso a las autoridades de la comisaría seccional Segunda de Alem, dependientes de la Unidad Regional VI, quienes iniciaron entonces un operativo especial que hasta ahora no dio resultados positivos. Ante el extraño suceso, los detectives permanecen atentos a posibles movimientos extraños en distintos camposantos de la zona.





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