La polémica en torno a lo ocurrido en Colonia Guaraní, donde <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/236123/otra-fiesta-de-egresados-con-alcohol-apuntan-al-intendente-y-a-la-es.html">el intendente Miguel Vargas autorizó que se vendiera bebidas alcohólicas en la fiesta de egresados del Bachillerato Pedagógico 1</a>, sigue siendo tema de debate en toda la provincia.El propio jefe comunal le quitó dramatismo a su actuación, señalando que el expendio de la mencionada bebida, fue sólo "un detalle" de la gran fiesta: “Hay que poner en la balanza lo positivo, fue una fiesta espectacular, gran trabajo de la Comisión Organizadora, integrada por los padres de los alumnos. A veces puede haber un detalle, pero no es lo más importante. Fue un gran evento, se cumplió con el desfile, los alumnos disfrutaron, no hubo incidentes. Asumo el detalle”, señaló Miguel Vargas en diálogo con La Radio. “No vi la dimensión de la situación”“Los padres trabajaron durante todo el año. En el valor de la tarjeta, como una atención, se contempló incluir tres gaseosas y una botella de cerveza, por mesa. Era para los padres, en absoluto para los alumnos. En una mesa de diez personas no me parece significativo, no vi la dimensión de la situación”, agregó.Según Vargas, quien compartió la fiesta con las familias y egresados, “lo que pasó fue que la Jueza de Paz, suplente, consideró que no se debía distribuir, yo no me aparto, simplemente asumo que fue un error, no hay otro culpable. No hubo disturbios, tampoco una venta masiva. Claro yo no vi la dimensión e ilegalidad en el momento, fue un descuido, sino ya no hubiera permitido que se incluya en la tarjeta esa atención. El tema es que la Jueza de Paz fue a su oficina que está frente al Polideportivo, vino con un papel y quiso clausurar la fiesta, luego del trabajo de todo el año, me pareció que no era para tanto, ya se había consumido, fue una fiesta maravillosa. No era una venta de bebidas sino una atención. Asumo y no va a volver a ocurrir”, afirmó.En otro orden el jefe comunal de Guaraní aceptó públicamente que la Jueza de Paz cumplía su función, pero no estuvo de acuerdo con la suspensión de la fiesta. “Me pareció que era empañar el trabajo de todo el grupo de padres. No niego lo ocurrido, me di cuenta tarde del error”, dijo. La versión de la jueza de Paz “Ordené que la Policía decomise la bebida alcohólica, nunca que se suspenda la fiesta”. Fueron expresiones de la jueza de Paz, Myriam J. Rosciszewski. A la vez que afirmó que no estaba contemplada en las tarjetas su distribución, contrariamente a los dichos del Intendente. “Me tuve que retirar cuando llegó el Intendente y autorizó la venta de bebidas alcohólicas. Me retiré y di aviso a la Policía para que decomise las bebidas alcohólicas que estaban en la cantina para la venta y no que se clausure la fiesta, porque entendí que estaban los padres, abuelos de los chicos, niños, era un grupo numeroso. Consideré que no correspondía que los saquen por irresponsabilidad de los organizadores y del Intendente”, indicó la Jueza. Myriam Rosciszewski aseguró haber participado de todas las reuniones organizativas del evento. “Les manifesté a los padres que no estaba permitido por Ley, por lo que el Intendente no podía autorizar, avisé de que tomaría una medida si esto ocurría, por lo que se descartó desde un primer momento. Estuvimos de acuerdo en que no se vendería”. La Policía no cumplió la orden Durante la cena no hubo bebidas alcohólicas en ninguna mesa, aseguró. En otro orden la Jueza cuestionó el accionar policial, “me llamó la atención justamente porque según me dijo el jefe de la seccional local, que el jefe de la Unidad Regional, le dijo que para no tener problemas con el Intendente se retiraran nomás sin cumplir mi orden. El propio locutor del evento anunció públicamente que a partir del momento se iniciaba la venta de bebidas alcohólicas por orden del Intendente, por lo que decidí retirarme. Me acerqué al Intendente, le anuncié que me retiraba y le agradecí que arruinara la recepción de mi hijo, el sacrificio de todo el año por negligencia de alguien que no cumple con la Ley”.En el municipio también rige una norma, sancionada por el legislativo local en el que se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en lugares públicos, por lo que al realizarse en el Polideportivo municipal, se transgredieron dos normativas, una ley provincial y una ordenanza municipal.





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