Semanas atrás, algunas comunidades guaraníes, entre ellas la de Chafariz, cuestionaron el accionar de la Fundación Solidaria Misionera -la ONG local que trabaja con una organización alemana creada por un matrimonio de ese país- porque, según advirtieron, juntan fondos y hacen obras en su nombre y luego los aborígenes no tienen acceso a ellas. Desde esa fundación también pidieron dar su versión de los hechos a través de PRIMERA EDICIÓN. En diálogo con la presidente de la ONG, Marcia Drost, aseguró que “los de la aldea no quisieron seguir trabajando con la fundación”. Drost es la presidenta de la Fundación Solidaria Misionera desde marzo de este año. La fundación es manejada por el matrimonio alemán compuesto por el Dr. Herbert y su esposa Hiltrud Hartmann y sólo tiene cinco socios, que son los que componen la comisión directiva. El matrimonio alemán es el que designa y remueve a los integrantes de la comisión directiva de la fundación, según confirmó Drost para quien el alejamiento de la comunidad Chafariz con la fundación es responsabilidad del director de la Escuela 905, Diego Carballo. El porqué de las fotos “En marzo de 2015 mandaron una nota que entregó el propio Carballo (Diego) como que era prestado el agua y la luz y que ya no querían que trabajáramos con ellos. Estaba firmada por el cacique Santiago, el que antecedió al actual cacique, Vicente Méndez. Después entregaron otra nota que no querían más ayuda de los alemanes. Por eso no se trabajó más con ellos, pero sí lo hacemos con las otras aldeas”, aseguró Drost. Según esta mujer, “Carballo está tomando una especie de revancha porque lo echaron de la fundación por supuestas irregularidades que están siendo investigadas en la Justicia”. Drost describió cómo trabaja el matrimonio de alemanes a través de la Fundación Hilfe: “Cuando los alemanes hacen un proyecto, divulgan una foto de los chicos y la aldea pidiendo por ese proyecto. Con eso, ellos consiguen el dinero y se hace el trabajo. Después nosotros sacamos fotos de los chicos y del trabajo que hicimos para que ellos puedan mostrar a los bienhechores junto con el balance de lo que gastaron”. Con respecto a las distintas dependencias que están en el predio de la fundación al lado de la Escuela 905 y que el cacique confirmó que no pueden usar pese a que fueron construidos para ellos, Drost aseguró que “la carpintería fue hecha como parte del estudio de la escuela, pero el director no quiso que la fundación siga trabajando con ellos y por eso no podemos poner a un chico a trabajar en la carpintería. La salita está dispuesta para ellos; yo hago un acta cada vez que vienen a atender y firman los médicos y las promotoras. A veces las promotoras vienen a la escuela y otras a la salita de la fundación. En cuanto al albergue, se usa para un curso de apicultura que comenzó en julio y todavía queda un encuentro. Viene uno de la aldea Fracrán y se queda ahí”.





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