El presidente de Brasil, Michel Temer, reveló que sus aliados le pidieron la renuncia del ministro de Economía, Henrique Meirelles, a quien confirmó en el cargo, y anticipó que en los próximos días lanzará 10 medidas destinadas a la micro-economía y a intentar retomar la iniciativa, frente a un escenario lejano a la prometida recuperación de las cuentas públicas."Lo que hubo, y no puedo negar, son ponderaciones en el sentido de que el gobierno, por el corto espacio que tiene, no puede esperar de brazos cruzados el reinicio del crecimiento económico, previsto para el segundo semestre del año próximo. Esa siempre fue una preocupación mía y del ministro de Economía", dijo Temer en exclusiva al diario O Globo, de Río de Janeiro.Temer, cuya permanencia en el cargo fue puesta en duda por varios sectores en las últimas dos semanas a raíz de denuncias de tráfico de influencias y de la crisis política, admitió que varios congresistas que lo sostienen en el cargo se movilizaron para remover al ministro Meirelles, ex presidente del Banco Central y considerado hombre de confianza hacia el mercado financiero por su pasado como presidente mundial del Bank Boston.Según O Globo, Temer admitió que existieron "movimientos internos" a favor de la salida de Meirelles.El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), principal sostén del gobierno de Temer, intenta colocar a uno de sus hombres en Economía, sobre todo porque los datos del tercer trimestre indican que la recesión continúa y que incluso la tasa de inversión privada fue la menor desde 2003.El nombre más citado por la prensa es el ex presidente del Banco Central Arminio Fraga, hoy titular de un fondos de inversión y visto con buenos ojos por el mercado."Hablar de cambio de ministro de Economía es hacerle un trabajo negativo al gobierno y al país, por eso quiero deshacer de forma contundente, categórica, todas las iniciativas en ese sentido", dijo el jefe del Estado, quien asumió en forma interna en mayo y definitiva el 31 de agosto, luego de la destitución en juicio político de la presidenta electa Dilma Rousseff, de quien fue su vicepresidente.Además del PSDB, quienes defienden la salida de Meirelles son también aliados clave, el presidente del Senado, Renán Calheiros, y el de Diputados, Rodrigo Maia.Tanto Maia, del conservador Demócratas, y Calheiros, del centroderechista Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), fueron repudiados en manifestaciones en todo el país por parte de movimientos derechistas que defendieron un paquete anticorrupción defendido por el juez Sergio Moro y los fiscales de la Operación Lava Jato, enfrentados abiertamente con el Congreso.Según la policía, en la manifestación más populosa hubo 15.000 personas, en San Pablo, reclamando también "intervención militar", pero con la defensa de Moro como bandera única.Temer reveló que recibió a tres senadores del PSDB (Tasso Jereissati, José Anibal y Ricardo Ferraço) quienes le pidieron "medidas que puedan impulsar el crecimiento, alegando que no hay más espacio para esperar hasta el segundo semestre"."Me quedó grabada una expresión del senador José Anibal, quien dijo ‘es tarea del panadero hacerse cargo de su panadería’", narró Temer, después de negar estar "triste" y "abatido" por la falta de resultados económicos y por la crisis política.Las medidas micro-económicas anunciadas por Temer deben ofrecer iniciativas con llegada popular y retirar la opinión negativa sobre la enmienda constitucional enviada al Congreso que congela por 20 años el presupuesto nacional, apenas actualizado por la inflación del año anterior.Fuente: Télam





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