Cinco sujetos encapuchados y fuertemente armados irrumpieron en la vivienda de un carpintero y tras agredirlo salvajemente lo maniataron junto a su familia, entre ellos a la madre del dueño de casa, una abuela de 94 años, señalaron fuentes oficiales. El violento atraco fue perpetrado el jueves a plena luz del día, alrededor de las 11.30, en una propiedad situada en una zona rural conocida como Línea Bonita, a unos cinco kilómetros del casco urbano de Montecarlo, en dirección al río Paraná. A esa hora, de acuerdo a los dichos del denunciante, se hallaba en el lugar -donde en las cercanías funciona su carpintería-, cuando se presentaron cinco individuos, con sus rostros cubiertos y vestimentas oscuras, portando armas de fuego largas y cortas. Tras agredir a golpes de patadas y puños a un peón mayor de edad, también atacaron al propietario, de 65 años, quien recibió un fuerte “culatazo” en la cabeza. Seguidamente la peligrosa banda ató de pies y manos a los dos heridos, como así también al hijo del carpintero -de 31 años-, a la esposa de 65 y a su madre, de 94 años. Fue entonces que obligaron a las atemorizadas víctimas a cubrirse la cabeza y acostarse boca abajo contra el piso. Revisaron hasta el último rincón del inmueble y se apoderaron de numerosos objetos de valor, como ser los teléfonos celulares, además de 2 mil pesos y 2 mil euros (que en su totalidad y al tipo de cambio actual se trataría de unos 40 mil pesos). Una vez que obtuvieron su botín se dieron a la fuga hacia zona de monte. Golpeados por la inseguridadA principios de este año hubo un asalto similar en Montecarlo. Fue tipo comando y protagonizado por cuatro delincuentes encapuchados y armados, donde resultó víctima una familia de la colonia Guatambú. Poco después y ante reiterados robos de características muy violentas, el Concejo Deliberante de ese municipio declaró “el estado de emergencia en materia de seguridad”.En el caso concreto del carpintero asaltado el jueves, se supo que cuenta con un triste récord, ya que en una ocasión llegó a contabilizar el robo de 22 animales -en distintos episodios- que conformaban el ganado de su potrero. En ese sentido se supo que muchos habitantes de la zona ribereña montecarlense dejaron de dedicarse a la cría de vacas, hartos del accionar de los cuatreros.
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