El 27 de noviembre de 2014, en notas periodísticas advertí que la entonces presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, al ascender a general del Ejército Argentino a Andrés Guacurarí, afirmó que era “nativo de Santo Tomé (Corrientes)”; una vez más un héroe misionero pasaba a ser correntino, un detalle que desde Mendoza me informó un amigo historiador de esa provincia al leer ese fundamento falso. Justamente por ese motivo alertó que a partir de esa distorsión al igual que San Martín, Andrés Guacurarí será reconocido como otro héroe correntino para el resto del país como también para muchos misioneros que desconocen la verdadera historia de Misiones. En la nota en cuestión, para esclarecer ese error, sostuve que “para mayor garantía de reivindicar a Misiones contamos en la actualidad con dos representantes que tienen directo contacto con la señora Presidenta y que pueden interceder ante ella para aclarar esta situación. Ellos son –sostuve- el senador Salvador Cabral Arrechea y la diputada nacional Julia Perié”. Para mayor ilustración agregué antecedentes de prestigiosos historiadores que en su mayoría afirman que Andrés Guacurarí nació en San Borja y si se sostiene que fue en Santo Tomé, ambos pueblos, como también Yapeyú, pertenecían a la Histórica Provincia de Misiones. Lamentablemente esta nueva falacia no se aclaró sosteniendo que era de esperar que “ni Julia Perié ni Cabral Arrechea hayan sido los que asesoraron a Cristina Kirchner… por lo que pudo haber sido la flamante ministra de Cultura de la Nación, la chamamecera correntina Teresa Parodi”. Y concluía mi nota advirtiendo que faltaban pocos días para que se cumplieran los 236 años del nacimiento de Andresito para lograr que la señora Presidenta reconozca con humildad, en cadena ante todo el país “que ese héroe fue nativo de la Histórica Provincia de Misiones”. Para esa época creí conveniente advertir “… que si efectivamente se ama a esta histórica provincia, no debe tenerse miedo para defenderla”.A dos años de esa frustración, las condiciones gubernamentales han cambiado, tanto a nivel nacional como provincial. Por eso, precisamente por faltar pocos días para el 238° aniversario del nacimiento de Andrés Guacurarí, es de esperar que las nuevas autoridades oficialmente hagan trascender, desde Misiones y para todos los argentinos, que la ex-Presidenta se equivocó al convertir a un héroe auténticamente misionero en otro héroe correntino, máxime si en ese mismo año, como puede comprobarse en la documentación adjunta, ya se exhibían con orgullo correntino, enormes monumentos a Andresito en lugares estratégicos, como en la costanera de la ciudad de Corrientes y en Santo Tomé. Esta documentación fue difundida a todos los medios, en 2014, por la Agencia Télam y donde en sus informes como también en sus epígrafes, sugestivamente Misiones no existe. Lo notable de este hecho es que para los historiadores correntinos, desde que Andrés Guacurarí existía, no sólo fue odiado sino que también hasta lo tildaban de degenerado.Como sostengo en mi último trabajo “Volver a misionerizar Misiones”, urge que el antiguo monumento a Andrés Guacurarí, que volvió a su lugar de origen en ruta 12 y el acceso a Garupá, pero que está en soledad, se traslade al costado del enorme puente de hormigón que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) construyó a lado de la ex-garita del km. 10, un lugar formidable que con su pedestal podrá alcanzar una altura superior de los 15 metros y que dominará todo ese estratégico espacio por donde transitan no menos del 80% de los misioneros y más del 50% de quienes visitan Misiones, del resto del país como turistas extranjeros.Este 30 de noviembre es una brillante oportunidad para “volver a misionerizar Misiones” y lanzarnos de una vez por todas a “misionerizar” la República Argentina y, en especial, la ciudad capital de todos los argentinos donde Misiones tampoco existe.Escribe: Alberto Monaca – [email protected]





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