Nada hacen la Justicia, Policía y Municipio antes quienes se denunció varias veces la situación.El pasto se encuentra a una altura increíble, además de la mugre y todo tipo de alimañas que proliferan sobre el terreno baldío ubicado en pleno centro de la ciudad, “sometiendo a los vecinos a toda clase de enfermedades, notorias como el contagio del dengue, picaduras de alimañas y otros”, dijo el hombre quien tomó las fotografías para hacer pública la situación y las envió a PRIMERA EDICIÓN. “El lugar es sobre todo paso obligado de niños en edad escolar, puesto que en los alrededores están emplazadas dos escuelas a menos de 60 metros cada una”, declaró. “Esta locura es denunciada permanentemente a las distintas autoridades competentes, con resultados evidentes negativos, por ese motivo se hace necesario hacer público el caso, de manera que los misioneros se enteren de lo poco que le importa a todos la salud de los portoriqueños”, expuso con enojo.Su bronca por la falta de respuestas no es para menos: los terrenos baldíos suelen ser considerados como un problema social. Al no ser usados, por lo general quedan abandonados y sin ningún tipo de cuidado. Por eso en dichas zonas se acumula basura, crecen malezas y habitan diferentes tipos de alimañas.Los baldíos, por otra parte, son espacios inseguros. Suelen carecer de iluminación, una característica que los convierte en lugares frecuentes como escenario de asesinatos, robos, violaciones y otros delitos.





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