La competencia desleal que se genera a partir de las asimetrías, aparentemente no se corregirá con la celeridad necesaria, no solamente por la demora del gobierno nacional en responder a la situación de emergencia con medidas de protección, una de las cuales podría ser la rebaja en el impuesto a los combustibles, sino por la situación económica. Por un lado, la estabilidad cambiaria de los últimos meses se interrumpió a partir de la elección presidencial en Estados Unidos, y son muchos los analistas que entienden que el giro proteccionista que imprimiría el nuevo presidente a la política económica de ese país tendrá efectos negativos respecto al esperado arribo de inversiones productivas a la Argentina.La caída del consumo, asimismo, afecta a la actividad comercial en todo el país, como los señaló el vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, (Came) Elías Soso, al visitar recientemente la provincia. “Es la primera provincia que adhiere a una vieja aspiración de las pequeñas y medianas empresas, que es el reconocimiento desde hace más de 50 años a este sector”, elogió Soso, pero advirtió también que las Pymes sufren “una severa caída de las ventas”. Precisó que la caída ya lleva doce meses y que el último informe de Came midió una caída del 8,4 %. En este escenario, y si dejar de valorar la iniciativa del gobierno provincial, no aporta a descomprimir la situación la política recaudatoria del Fisco provincial, de cuyos excesos dio cuenta este Diario al encabezar su edición de ayer con otro insólito despliegue de la “aduana paralela”, intentando cobrar impuestos a la ayuda social.





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