La postura, como nos referimos a ella en nuestra sociedad, es una posición, algo estático desde donde pretendemos estar en el mundo realizando nuestras actividades en general. Sin embargo, lo que nuestro cuerpo y mente necesitan para poder responder a las demandas de nuestro entorno y de nosotros mismos, es una disposición, una disponibilidad de toda nuestra estructura, que nos permita modular, recibir información y generar respuestas acordes y eficientes para cada situación. Que cumplan con el objetivo o actividad deseados y, a la vez, que protejan nuestra integridad y nuestra salud, de manera que podamos continuar realizando esa actividad por la cantidad de tiempo que lo deseemos, idealmente toda la vida.En la vida sedentaria, la posición sentados en una actividad de escritorio. Asimismo incide en una retracción de las fascias: los músculos se acortan, se contracturan, con la consiguiente aparición de trastornos lumbares, y compresiones de los discos intervertebrales sumado al estrés laboral. En el sedentarismo es aconsejable interrumpir la actividad cada media hora, levantarse, realizar estiramientos y retomar la actividad: “Si los sillones, a través de su confortabilidad, nos quitan la propiocepción del sistema postural, hay que desconfiar”, nos recomienda el Lic. Guillermo Paterno, kinesiólogo del Ballet Contemporáneo del teatro San Martín. Aún en la posición sentados es importante no perder la conciencia de apoyar los pies en el piso y apoyarse en los isquiones para respetar las curvaturas de la columna. Colabora: César Aguirre AyraultTerapias corporales. Masajista californiano.En Facebook: Equilibrándonos Masajes.3764 791631





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