Acerca de la Meditación. Hoy dejaremos que comience a enseñarnos más acerca de la Meditación el Prof. Ramiro Calle, uno de los más importantes practicantes y difusores del Yoga en nuestros días:Según una historia de la India, triste pero significativa y orientadora, en un santuario con paredes recubiertas de cristal se coló una paloma. Al despuntar el sol, el sacerdote había colocado una rosa en el centro del santuario en ofrenda al Divino. La rosa se reflejaba en las paredes acristaladas. Entonces la paloma, deseando alcanzar la rosa, comenzó a perseguirla de reflejo en reflejo, estrellándose una y otra vez contra las paredes. Finalmente, su frágil cuerpo se destrozó y cayó muerta sobre la rosa que tan ansiosamente había buscado.Este cuento te dice: no seas como la paloma. No busques la verdad allí donde no está. No te estrelles contra los muros de tu ignorancia. No persigas los reflejos de la realidad. No tomes la apariencia por lo real. Dirígete hacia lo que ES, más allá de las apariencias, más allá de la ficción. Dirígete a tu centro básico, a tu última realidad. Dirígete más allá del contenido de tu propia mente. Mira en tu interior el Universo y ve más allá del Universo. Busca dentro de ti mismo, allí donde los Upanishads dicen que mora “aquello” más allá de la mente, allí donde los Vedas dicen que es el espacio insondable. Ábrete a tu espacio interior. Durante toda una vida has estado proyectándote hacia el exterior. Ahora abre también la puerta hacia dentro, viaja por las profundidades, aprende a mirar tu centro.Desde los tiempos más remotos, los buscadores se han esforzado por alcanzar la Sabiduría, comprobando que está dentro de nosotros mismos, muy próxima y muy cercana, aunque el viaje haya sido prolongado y exigente. Comprobaron también que la tan buscada Sabiduría es mitad mente y mitad corazón, es inteligencia y compasión, es conocimiento y amor. Esa Sabiduría es el resultado del gran desarrollo de la Consciencia, que no es el contenido de la mente sino el puente hacia una realidad superior, porque es desarrollable en alto grado y propicia una nueva manera de ver y tomar las cosas. Por eso meditamos, para despertar, porque veníamos soñando desde hace mucho tiempo.La mente, con sus tumultuosos procesos, traumas e inhibiciones, con sus inveterados hábitos, proyecciones y ansiedades, con su oleaje de ideas, conceptos e ilusiones, no puede percibir las cosas tal y como son. La consciencia pura y penetrante sí. La mente es la rosa proyectada en los espejos; la consciencia es la rosa auténtica. Y cuando la consciencia se desarrolla hasta tal grado que es como si fuera una explosión de luz, la noche cesa para dar lugar al día y la ignorancia fundamental da paso al superior conocimiento. Por eso medita, no te conformes con sustitutos ni sucedáneos. Desarrolla la Sabiduría, porque ella comporta el verdadero conocimiento, la serenidad y la dicha.(Fuente: Ramiro Calle. El Arte de Meditar)En la hora del ahora, finalizando nuestra clase de Yoga, aquietados y serenos, “meditamos para ser y estar en nosotros mismos pese a las influencias externas, porque la meditación es siempre desde aquí y ahora y porque estás más cerca de la Sabiduría cuando te sientes aquí y ahora”. Namasté.Colabora: Ana LabordeProfesora de [email protected]





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