Desautorizando las advertencias del propio presidente Mauricio Macri, que les mandó un claro mensaje a sus legisladores en el Congreso de la Nación al pedirles que la suba de sus ingresos sea “acorde al esfuerzo que estamos haciendo todos los argentinos” y sugerirles que “no se pasen de largo”, la Cámara baja desechó el proyecto del Frente de Izquierda planteando la anulación del aumento. La suba de las dietas aprobada inicialmente, que llevará los sueldos de bolsillo de los legisladores nacionales a aproximadamente 141 mil pesos, se sintió como una burla a la sociedad, a la que se le predica constantemente austeridad en el gasto.En un contexto de recesión y aumento del desempleo, y cuando la política oficial del Gobierno nacional busca contener la recomposición salarial; por lo cual se desalentaron sistemáticamente los pedidos de reapertura -en general- de las paritarias; el altísimo monto de la recomposición de las dietas implica, sin que quepan dudas, un gesto de autoritarismo y validación de privilegios.La propuesta de rever el incremento, luego del evidente impacto negativo en la sociedad, fue rechazada por la Cámara de diputados por 112 votos contra 104 en contra y con 40 legisladores ausentes. La iniciativa puesta a votación, en principio, proponía anular la suba de las dietas dispuesta por una resolución de los presidentes de ambas Cámaras legislativas, Gabriela Michetti por el Senado y Emilio Monzó por Diputados. La anulación, sin embargo, abría el camino para ajustar a porcentajes más dignos y razonables el aumento, alternativa que resistieron la bancada de Cambiemos, el bloque justicialista y otros sectores.El debate dejó ver duras realidades, como la diferencia entre el salario mínimo de 8.000 pesos para los trabajadores y las abultadas dietas que se aprobaron -en un gesto casi de provocación a la sociedad- los legisladores del oficialismo.





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