La oposición venezolana cedió en su ofensiva contra el gobierno, al suspender un juicio sobre la responsabilidad del presidente Nicolás Maduro en la crisis y una marcha al palacio presidencial de Miraflores, a la espera de resultados del diálogo auspiciado por el Vaticano.El Parlamento, de mayoría opositora, decidió diferir la sesión en la que iba a acusar al presidente de “abandono del cargo” por incumplir sus deberes y propiciar la “ruptura del orden constitucional”, con la suspensión de un proceso de referendo revocatorio en su contra.“Todos pagamos un costo político por sentarnos en la mesa de diálogo y así tenemos que asumirlo”, aseguró el jefe de la Asamblea Nacional, Henry Ramos, desde la tribuna, al afirmar que esa decisión se enmarca en la búsqueda de una salida a la crisis.Ramos Allup también anunció que, por pedido del Vaticano, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) canceló la marcha a Miraflores prevista para este jueves. “Creemos que es sensato acatar” para evitar “confrontación” y “contaminación” del diálogo, afirmó. “Celebro, como resultado de la instalación de la mesa de diálogo, que la oposición haya tomado decisiones sensatas”, reaccionó Maduro en su programa semanal de televisión.La MUD se dividió frente al diálogo pues 16 de sus partidos estimaron que no estaban dadas las condiciones, el principal el fundado por el encarcelado Leopoldo López, Voluntad Popular, que aceptó la suspensión del juicio y la marcha. Las concesiones de la oposición ocurren un día después de que fueron excarcelados cinco opositores como parte del diálogo que se inició el pasado domingo con el auspicio del Vaticano y la Unasur.Ramos aseguró que es gestionada la liberación de más presos, salvo la de López porque no quiere “medidas sustitutivas”, sino “libertad plena”. El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, en arresto domiciliario, dijo en Twitter que el referendo, la protesta y el “juicio” a Maduro “valen más” que su libertad.“La hora de la salsa”Maduro estaba citado al Parlamento para responder a las acusaciones, pero en lugar de asistir estrenó, sonriente, cantando y hasta bailando, su programa musical “La hora de la salsa” en una radioemisora de la presidencia.“Hoy arranca la Navidad en Venezuela”, celebró el mandatario socialista, quien ya había adelantado que no se prestaría “para ningún tipo de falsos juicios” y que metería presos a quienes le abrieron un proceso inexistente en la constitución.Maduro encara una impopularidad del 76,4% y un 67,8% de los venezolanos apoya revocar su mandato, según Venebarómetro, en medio de una economía devastada, con una fuerte escasez y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.Fuente: Agencia de noticias AFP-NA




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