Hace poco más de un año atrás, con este grupo de Sexto Sentido nos sumamos a la campaña “Ni una Menos”. Este movimiento logró -en menos de un año- hacer visible algo tan duro y naturalizado socialmente como la muerte de la mujer en manos del hombre.Todo este dolor fue reconducido a través de canales constructivos y transformado en fuerza, que se multiplicó en la unión de miles de mujeres en todo el país días pasados, pidiendo a gritos políticas públicas que se encarguen del tema. Si bien falta mucho por hacer, como sociedad ya hemos dado el primer paso instalando el tema en la agenda pública. Sin embargo, siento que, como adultos tenemos algo pendiente.No nos quedemos sólo en las redes o en las movilizaciones, porque nos estamos perdiendo la cuestión de fondo, una tarea que todos tenemos que llevar adelante desde nuestros hogares: la educación de nuestros niños. Eduquemos a nuestras nenas y varones para que puedan contactar con lo que sienten y hablar de ello, ya sea miedo, vergüenza, inseguridad, para que aprendan a dialogar, para que no pasen a la acción sin mediar palabra.Entiendo que es un arduo trabajo que comienza por cada uno de nosotros, controlando nuestras reacciones, poniéndonos en el lugar del otro, respetando el dolor ajeno, respetándonos unos a otros. No dividamos en bandos, la violencia destruye tanto a hombres como a mujeres.No usemos la cuestión de género para segmentar, estas divisiones generan más violencia. Creo en el valor de las diferencias, aprendamos unos de otros, complementémonos con lo mejor de cada uno y trabajemos para eliminar lo peor, pero juntos. He vivido este dolor desde diferentes lugares, es desgarrador, en cualquier tipo de víctima, ya sea hombre, mujer o niño.Propongo no fragmentar este pedido de paz, trabajemos desde una lógica inclusiva para que entre todos tengamos más fuerza contra la violencia de la cual todos somos víctimas.Generar bandos sólo aumenta la polarización y la polarización es violenta, implica que mi reclamo es mas válido que el del otro, nuestro objetivo no puede ser ganarle al otro género, la paz no se logra con exclusión.Un reclamo por la paz no puede ejercerse desde la violencia, es como tratar de apagar el fuego con nafta. ¿cómo vamos a extinguir el incendio si no eliminamos primero el combustible que alimenta el fuego?Les propongo unirnos en el reclamo valorando nuestras diferencias y trabajar todos juntos por una lógica de paz, la sociedad somos todos, eduquemos desde el amor.ColaboraValeria [email protected] 3764-510132





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