La peor de las pesadillas se hizo realidad para un hombre de 54 años, que llegó a la chacra para visitar a su hijo pero se encontró con que el joven yacía sin vida de un escopetazo en el pecho. Lo que podría haber sido el guión de una película de suspenso se transformó ayer tristemente en realidad para una familia de Mojón Grande, donde hasta anoche todo era conmoción y, en buena parte, misterio.La víctima fue identificada por las autoridades como Ramón Muller (20), quien se domiciliaba en una chacra del Paraje Cinco Mil, a unos 14 kilómetros del pueblo. En ese mismo lugar fue hallado su cuerpo, con un disparo de escopeta en el pecho que, para los médicos, no tardó más de unos minutos en quitarle la vida.PRIMERA EDICIÓN pudo saber que todo se descubrió alrededor de las 13.30 de ayer en el mencionado lugar, cuando el padre de la víctima llegó en plan de visita. Tras recuperarse del estado de shock, dio aviso a las autoridades.Enseguida arribaron a la escena efectivos de la comisaría local y de la Unidad Regional VI de Leandro N. Alem, quienes iniciaron un trabajo que estuvo comandado por la propia magistrada Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de Instrucción 5, con asistencia del letrado Néstor Ariel Tuhay, a cargo de la Secretaría 2 de esa dependencia.En principio, las autoridades confirmaron que el cadáver presentaba al menos trece heridas producto de los perdigones. No obstante aquello, Zuetta ordenó que el mismo sea trasladado a Posadas para una autopsia.De las primeras averiguaciones se pudo establecer que no serían ajenos al hecho dos vecinos de la víctima, con quienes Muller aparentemente mantenía un altercado de vieja data que se habría profundizado en los últimos días con un pleito verbal.Junto con los prófugos, la Policía también busca el arma homicida. Una teoría dice que la misma habría sido robada a un colono de la zona. Todo es, por el momento, materia de investigación.





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